Me da la risa sólo de escribir el título. Me hacen gracia estos juegos de palabras. Pero lo que de verdad me hace gracia es que me permita escribir algo así. Pero mira, en eso estamos, en disfrutar de cada vez más libertad. También creativa. ¡Vamos allá!
Normalmente se dice “Sin novedad en el frente”, en una de esas metáforas militares que están tan imbuidas en nuestro lenguaje. De la misma manera, estamos ahora mismo en la lucha contra el covid. “La batalla contra el cáncer”. Joder, aquí lo resolvemos todo a tiros, a palos o a cañonazos.
Ayer Rusia bombardeaba no sé qué país, creo que era Siria. Me hace preguntarme: “¿De verdad no podemos hacerlo mejor?”. Me resulta muy triste. Pleno 2020 y todavía a tortas.
En fin, que llevo aquí un par de párrafos divagando de entrada, aunque por lo menos con una sonrisa en la cara.
La verdad es que me he levantado hoy un poco deprimido.
Llevo algunos días mirando las estadísticas y esto no termina de levantar el vuelo. De hecho, hay ahora menos visitas que antes del verano. Ya sé que dije que no le iba a dar tanta importancia a las estadísticas. Al parecer, mentí.
El caso es que ahora mismo no parece que esto vaya a ningún lado. Pero al cabo de preocuparme un rato me he dicho “Mira, por lo menos es un ejercicio creativo” y me he propuesto enfrentar el día de ESDLV con un ánimo renovado. ¿Qué más da? Se trata de pasarlo bien. Se trata de practicar.
Ed dejó su comentario acerca de los programas que usa en su día a día, aunque más enfocado en Linux. ¿Qué usáis los demás lectores de ESDLV?
¿Pero qué demás lectores de ESDLV? ¡Si sólo somos tú y yo, Ed!
No es cierto, pero a veces se siente así. Caray, debe de ser el otoño, el frío y la lluvia. Pero dejemos de echarle la culpa al tiempo que vamos a terminar dándole un poder que no tiene. Retomemos esa culpa y transformémosla en responsabilidad.
Lo cierto es que es una gozada, como mínimo, sentir el apoyo de Ed y de Dani. El resto dejáis un comentario de vez en cuando, y os lo agradezco, pero Ed y Dani están ahí cada día al pie del camión.
Jejeje, ¿lo pillas? Al pie del camión. Tendría que ser al pie del cañón y es al pie del camión. Me encantan estos juegos de palabras. Por cierto, al pie del cañón, otra expresión bélica.
En fin, parece que la columna de hoy es una serie de sinsentidos con un par de confesiones, pero al menos me está poniendo una sonrisa en la cara.
Hoy tengo revisión en el Augenarzt o médico de los ojos, supongo que oftalmólogo. A las 16:30. Me dijeron qué me iban a revisar pero ya lo olvidé, y me pregunto si alguna vez lo registré.
“¿Qué más me da? Este día y a esa hora tengo que estar aquí”. La verdad es que es un milagro que funcione en el mundo, especialmente en este mundo alemán. Es una prueba de que este mundo no puede ser tan malo sino que tiene que ser algo mejor de lo que me lo imagino.
Por la noche tengo quedada virtual con un lector que vive en Múnich. Lo hemos venido aplazando ya varias semanas porque… bueno, ya sabéis por qué, pero por fin esta noche vamos a estar charlando un rato. Tenemos mucho en común.
Estudió en la misma universidad que yo y en la misma escuela, e intuyo que más o menos en mi época. Intuyo también que hubiera preferido estudiar otra cosa. Yo, por ejemplo, quería estudiar Bellas Artes.
—¿Bellas Artes? De eso nada. Los artistas se mueren de hambre.
—Oh. Con lo que a mí me gusta comer…
—Estudia una ingeniería y luego ya veremos.
Y eso fue lo que hice. Estudié una ingeniería y luego ya vimos. Todavía estamos viendo.
Mientras tanto, vuelvo una y otra vez a cosas artísticas como el río vuelve a bajar por el mismo sitio por mucho que lo desvíes.
Y en fin, creo que voy a dejar aquí esta columna de hoy, que ayer ya me deslomé. Lo que sí que puedo decir es que me voy mejor de lo que llegué, y eso ya vale algo.
¡Agur!

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