Venga va, una rapidita de domingo por la tarde. Además, para variar, centrada en un tema en particular: el “doomscrolling”.
Que resulta que leí ayer acerca de lo que han dado en llamar el “doomscrolling”. “¿Quién ha dado en llamar eso?”, cabría preguntarse. Pues, si me he enterado de lo que he leído, que mi capacidad lectora tiene mucho potencial de desarrollo, un grupo de psicólogos de los USA. Pero ¿qué es el “doomscrolling”?.
El “doomscrolling” es ese acto de leer noticias en el móvil. Compulsivamente, claro.
Imagínate que es la hora de irte a la cama, y te vas a la cama y te llevas el móvil. Y en vez de apagar la luz y ponerte a dormir, apagas la luz y te abres un feed de noticias y empiezas a leerlas.
Pues eso, que ahora esto es noticia y tiene nombre: doomscrolling. La parte de doom viene de que la mayor parte de noticias son funestas, y la parte del scrolling viene de hacer scroll (deslizar la pantalla).
¿Hay que preocuparse? ¿Para qué? Como mucho habría que dejar de hacerlo.
Reconozco que me he sentido identificado con esto del doomscrolling, que viene a ser lo que toda la vida hemos llamado, en castizo, “leer el periódico”. Paperreading, podríamos llamarlo en plan exótico. Me entran ganas de pedir una subvención para un estudio. Y ya, si nos ponemos más modernos, ese “ver el telediario”. Newswatching. En mi casa, por ejemplo, siempre hemos visto el telediario a la hora de comer. Tuvieron que pasar muchos años antes de que a alguien le llamara la atención. Con el desayuno, si no leía el periódico tenía que leer las cajas de cereales. Podía recitar la tabla de nutrientes de memoria.
En el artículo que leí daban algunas razones por las que hacemos esto. Yo, básicamente, lo condenso en “para distraerme de sensaciones y emociones más o menos desagradables”. Llevo ya un tiempo haciéndolo y dándome cuenta de ello.
Soy un devoto del Google News, de ese feed de noticias que aparece cuando, en el móvil, abres la aplicación de Google. ¡Qué pasada! No hacen más que salir noticias. Hay un montón. Y, cuando te las acabas, puedes recargar y salen más. Y puedes entrenar al bicho con tus intereses y cada vez te da noticias más interesantes. En cuanto tengo un rato, me abro el feed y a leer. Ahora, por ejemplo, cuando es la una y media de la mañana y paseo a Lucas por el comedor, abro las noticias. Abriría cualquier otra cosa que me permitiera escapar del agotamiento. Si no tengo nada a mano, abro mi mente.
Hace tiempo ya, tal vez un año largo, que me vengo dando cuenta de esto. De hecho, puse la aplicación algo más escondida. Pero sigue siendo una manera rápida y sencilla de distraerme del asco y del dolor, en particular del dolor.
Afortunadamente, hace años ya que no me llevo el móvil a la cama sino que lo dejo cargando lejos de la misma. Junto a la cama tengo un móvil antiguo que hace las veces de alarma matutina y de linterna, por si tengo que hacer una expedición nocturna al cuarto de baño.
Pero durante el resto del día, por ejemplo cuando me siento en la taza del váter, doomscrolling, no vaya a ser que sienta como de verdad me siento.
Venga, cada día medito. Me tomo por lo menos diez minutos para sentarme y estar conmigo mismo. Cada día siento mi cuerpo retorcido durante un rato. El resto del tiempo, tengo permiso de mí mismo para anestesiarme con distracciones. Eso sí, cada vez menos. Al fin y al cabo, señores, estamos prosperando.
¿Alguien más que utilice el doomscrolling? ¿Cómo lo hacéis?
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