Como ayer (el viernes) estuvimos con ese artículo de “Aclarando sombras del Big Crunch” y fue una cosa pesada y fangosa pero que había que hacer, hoy vamos a desengrasar con algo más ligero pero también de utilidad. En concreto, os voy a presentar una lista de pequeños programas que utilizo en Windows y que me resultan muy valiosos. Vamos allá.
Preferiría usar Linux en mi día a día, pero la verdad es que estoy hasta el cuerno de intentar hacerlo funcionar con la facilidad con la que me funciona Windows: que me detecte que monitor externo, que me funciona la tarjeta de red, etc. Aunque amo a Linux y el software libre en general, estoy en una fase en la que para mí el ordenador es una herramienta y lo único que le pido es que funcione. Es por eso que uso Windows en mi día a día.
Mencionar que uso una copia del mismo que me regaló en su momento Ángel Alegre cuando vino a pasar unos días a mi casa hace unos años. Él había estado trabajando en Microsoft y tenía varias copias disponibles y me regaló una. Un abrazo desde aquí, Ángel. Gracias. Recomiendo también su trabajo y en particular su podcast: “Una vida a tu medida“.
De Windows me molestan muchas cosas. Tal vez, la que más, es lo poco configurable que resulta. De entrada viene con muchas cosas que no me resultan de utilidad y por tanto me estorban, así que las he ido quitando. Por contra, por fin Windows 10 viene con escritorios virtuales. Echo en falta un atajo de teclado para enviar las ventanas de un escritorio al otro pero me apaño bien con lo que hay.
Incluso así, hay algunas funcionalidades del sistema que, o bien se quedan cortas o bien son inexistentes. Windows funciona en general bien, especialmente comparándolo con versiones anteriores. Ha venido mejorando, y eso lo valoro y lo aprecio. Para las cosas que he echado a faltar, he tenido que encontrar programas que me proporcionen esa funcionalidad, y una lista de estas cosas es lo que quiero compartir con vosotros en esta ocasión.
Capturar la pantalla: Greenshot
Cuando empecé a trabajar como programador dando soporte a los clientes en mi antigua empresa, rápidamente necesité hacer capturas de pantalla para enviar y mostrar a los clientes a qué me refería específicamente.
Windows cuenta con una herramienta para este propósito pero, cuando quise hacer un círculo o un cuadrado para marcar algo, me encontré con que lo tenía que hacer a mano alzada y el resultado era un churro muy poco profesional. Investigando, encontré una solución muy funcional: Greenshot.
Greenshot permite capturar la pantalla completa o una parte de la misma con toda una plétora de posibilidades: se puede guardar rápidamente con una serie de opciones por defecto, se puede editar y malear la imagen de muchas formas diferentes y también ofrece muchas más opciones de las que necesito. Igualmente, es mi programa para hacer capturas por defecto.
Ajustar el brillo del monitor: ClickMonitorDDC
Cuando empecé a trabajar en la empresa a la que me refería anteriormente, mi puesto de trabajo estaba situado de tal manera que mi pantalla quedaba contra la ventana. Esto resultó rápidamente ser un problema.
Al empezar la jornada de trabajo había oscuridad en la calle. Más tarde salía el sol y la iluminación iba cambiando. A mediodía alcanzaba su máximo de brillo. Al final de la jornada era de nuevo oscuro. Sin embargo, mi monitor estaba siempre brillando al mismo nivel. Eso me resultaba increíblemente molesto: o bien brillaba demasiado al principio y al final de la jornada o bien aparecía demasiado oscuro al mediodía.
Me costó encontrar una solución a esto, y cuando la encontré fue un enorme alivio para mí: ClickMonitorDDC.
Este programa se instala y añade algunas entradas a la bandeja de tareas, en particular algunos controles para el brillo, el contraste y la saturación del monitor, aunque tiene más opciones como, por ejemplo, la gestión del volumen del sonido del ordenador.
En mi barra de tareas, a la derecha del todo, aparecen dos números. El primero es el brillo del monitor y el segundo el volumen del sonido. Si pongo el cursor sobre uno de ellos y hago girar la rueda del ratón, su valor varía. Eso me permite ajustar el brillo del monitor fácil y rápidamente a medida que la luz del día va variando, así como el volumen del sonido.
¿Cómo os explico el valor, en términos de salud para mis ojos, que poder cambiar el brillo del monitor me ha aportado en este tiempo?
Sencillamente enorme. Quien alguna vez se haya sentido golpeado por el brillo de un monitor sabrá de lo que hablo.
Bajar el brillo más allá del límite: Dimmer
Incluso así, me he encontrado que, a medida que cae la tarde y todo oscurece, en el rincón en el que estoy carezco de una luz exterior e, incluso bajando el brillo del monitor hasta el cero, la pantalla sigue emitiendo demasiada luz. No creía que esto pudiera tener una solución, pues suponía que dependía de los límites de configuración del monitor, pero he encontrado un programa que, de alguna manera, tal vez jugando con los colores, proporciona este efecto: Dimmer.
Ahora, por las tardes, cuando la luz exterior baja mucho y poner el brillo del monitor a cero se queda corto, puedo activar este programita y bajar todavía más el brillo, lo que me permite seguir trabajando en la penumbra relajando mucho más mis ojos y el resto de mi ser a la par.
Tiene algún inconveniente que todavía estoy solventando, como que no se puede instalar y tengo que ejecutarlo cada vez, pero en general es una bendición para mí.
Fondos de pantalla diarios: Bing Wallpaper
Por último, para tener un fondo de pantalla fresco de calidad cada día, encontré Bing Wallpaper, una solución de Microsoft con bellísimas fotos de paisajes y naturaleza que son una gozada de ver. El fondo cambia automáticamente cada día. Una maravilla.
Despedida y cierre
Y hasta aquí la columna de hoy con este tema informático y ligero.
¿Qué otros programas de este corte para Windows utilizáis en vuestro día a día?

Aquí en el Schloss Nymphenburg, donde han drenado los canales.
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