No trabajo, pero llamemos al viernes ese día en el que se termina la semana laboral. Tal vez escribir este blog sea un trabajo no remunerado, un trabajo que hago gratis cada día. En cualquier caso, llegamos al viernes y hoy tengo ganas de hacer una revisión de la semana.
Y seguramente tenga ganas de esta revisión porque ha sido una buena semana, una buena semana en el sentido de que he estado muy estable y muy eficiente, haciendo un montón de cosas, fluyendo fácilmente entre las mismas, disfrutando de mis numerosas tareas y, además, emocionalmente estable. ¡Sigue así, Javier!
Después de una larguísima etapa con principalmente días malos, más bien miserables, inicié otra larga etapa con una alternancia de días buenos y días malos. En los últimos tiempos he podido disfrutar de más días buenos que malos, con muchos de los primeros y algunas crisis puntuales. Últimamente estoy, definitivamente, asentándome en un nuevo nivel; un nuevo nivel en el que estoy pletórico y voy entre días excelentes y días buenos. Tal vez días buenos y días mejores. Esa es una gran noticia.
Esta semana he logrado adelantar un poco más la hora a la que me levanto, fijando la alarma a las siete de la mañana. Cada día, puntualmente, me he levantado y hecho algo de ejercicio: bien he salido a correr o bien he practicado yoga en forma de Uncrunching Session. Cuando he podido, además, he añadido una sesión de meditación al finalizar. En cualquier caso, sigo meditando diariamente puntualmente, a veces unos cuarenta minutos y a veces simplemente diez, pero medito cada día. Debo de llevar ya unos diez años meditando prácticamente diariamente.
El caso es que me está encantando levantarme y practicar algo de ejercicio, y esto se está convirtiendo ya en una rutina y, como tal, en algo que casi funciona solo. Con una interrupción de unos diez días, debo de llevar ya un par de meses con esto.
Estoy saliendo a correr algo menos de dos kilómetros, que cubro en unos quince minutos. No llevo ni pulsómetro ni reloj, y sencillamente salgo a disfrutar rigiéndome por mis sensaciones. Salgo a correr entre tres y cinco veces a la semana.
Tengo ganas de incorporar algo un poco más variado, como las sesiones de HIIT que hacía. Son pequeños ejercicios de unos treinta segundos de duración en plan “En pie, manos al suelo, andar con las manos hacia adelante, quedarse en plancha, caminar con los pies hacia adelante, ponerse en pie y levantar los brazos, regresar” o sencillamente hacer sentadillas. Son ejercicios ligeros y exigentes aunque adaptados a mi nivel y me ponen a tono y fortalecen algunos músculos que después necesito en el día a día para llevar al Luqui de aquí para allá o para jugar con él con garantías de que todas mis partes aguantarán la marcha.
Todavía prefiero abstenerme de practicar esto porque me exige más a nivel de hombros y pecho que, por ejemplo, salir a correr, y todavía siento demasiado retorcimiento y dolor en esas partes como para ejercitarlas de ese modo y forzarlas, así que, de momento, me conformo con salir a correr para ir haciendo fondo y resistencia y exigirme un poco más a nivel cardiovascular.
Esta semana he seguido avanzando en “mis cocinitas”.
Desde que nació Luqui, me ocupo de cocinar. Hace unos años apenas era capaz de hacer cosas sencillas. Con la práctica, he ido aprendiendo y mejorando. Esta semana, por ejemplo, hice una sopa de calabaza de rechupete y ayer un arroz con tiras de pollo y verduras que estaba delicioso. Y lo disfruto mucho, haciendo varias cosas a la vez, controlando los fuegos y fluyendo a través de todo lo que se requiere. Me siento muy hábil y capaz, y se siente fenomenal poder alimentar a la familia y que además esté rico.
Hoy he enviado otra solicitud de trabajo, en esta ocasión para conducir coches para una conocida empresa de alquiler de vehículos de la ciudad. Cuidar los coches y llevarlos de aquí para allá, básicamente.
Para rellenar la solicitud sólo he tenido que dar mis datos y responder a algunas preguntas del tipo:
¿Tiene usted un carné de conducir?
¿Le han retirado el carné en los últimos cinco años por asuntos de drogas o alcohol?
¿Ha sido juzgado por delitos relacionados con la conducción?
¿Tiene usted un permiso de residencia y de trabajo?
¿Tiene usted puntos en el carné?
Ese tipo de cosas. Pensé que el proceso de realizar la solicitud sería rápido, y lo fue. Me encanta cuando estas cosas son sencillas.
Un rato después me ha llegado un email que decía que la solicitud estaba incompleta. He entrado en mi área de solicitante y he encontrado un formulario bastante más grande que tenía que rellenar. Además de tener que contestar de nuevo las preguntas que ya había respondido antes, he tenido que rellenar algunos pasajes de lo que vendría a ser mi currículum, como cuál fue mi último trabajo, por qué lo dejé, dónde fui a la escuela, si fui a la universidad… Menudo rollo. Todo eso ya está en mi CV. ¿Por qué no lo puedo subir? En fin, ya veremos cómo queda esto, pero por lo menos sigo haciendo por avanzar en ese frente.
Y para terminar, teniendo en cuenta que en marzo (minúsculas, Adrián guiño guiño) tengo que renovar el año de hosting, quisiera preguntaros hacia adónde queréis que llevemos este sitio. ¿Qué os encantaría ver aquí? ¿Qué más puedo hacer por vosotros? ¿Qué añadiríais o quitaríais? ¿Qué os resultaría valioso? Aquí tenéis una oportunidad de participar en la dirección del sitio e influir en mí y en lo que hago aquí. Otra opción es dar esto por bueno y bajar la persiana. En fin…
¡Que paséis un gran fin de semana!
Responder a Ed Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.