La sombra del coronavirus

No tenía previsto escribir hoy, pero me he levantado a las 6:20 y me he ido a correr, luego he practicado una uncrunching yoga session y después he meditado. Siendo que la familia sigue durmiendo, bien puedo aprovechar para practicar la escritura y la comunicación. Además de eso, algunas cosas importantes han ocurrido.

Bien, comencemos por lo más urgente e importante: he cambiado el tamaño de letra de las columnas. En concreto, lo he aumentado un 30%. Refresquen sus chachés o ya se darán cuenta cuando caduquen. Sus ojos se lo agradecerán, y ahora ya les pueden recomendar el blog a sus padres e incluso a sus abuelos.

Pero estoy bromeando, aunque es cierto que he aumentado el tamaño de la letra. Ahora, lo más urgente e importante es que mi suegro dio ayer positivo. Dio positivo en un test rápido, así que está a la espera de que digan cómo sale el PCR. En un par de horas vamos nosotros a hacernos una prueba; hace dos días le tuvimos a comer e incluso, a lo largo de la semana, ha pasado por casa un par de veces más. Entre otras cosas, estuve descargando unos palés con él. Así que bueno, ya la tenemos liada. Parda.

No me sorprende, la verdad. Supongo que, antes o después, acabaremos contagiados. Ahora es mucho menos trágico, estando vacunados. Y siempre pensé que el virus vendría, o bien de mis sobrinos, en edad escolar, o de mi suegro, en edad de creerse que está por encima del bien y del mal. Aunque bueno, tampoco creo que haya una edad para la soberbia. Yo todavía estoy pasando esa enfermedad.

He visto a mi suegro circular sin mascarilla alegremente y he escuchado su actitud acerca del asunto del coronavirus las suficientes veces como para saber que las probabilidades de que el virus entrara por ese frente eran altas. Tal vez la pregunta a haberle hecho hubiera sido:

“¿Cómo te sentirías si contagiaras de coronavirus a tu nieto?”

Pero ahora ya llego tarde con eso.

En fin, las cosas vienen como vienen y tienen sus motivos, y qué demonios: podía haberle pasado a cualquiera. Y todavía más allá: podría salir negativo en la PCR. El caso es que, como puedes notar, estoy algo revuelto con todo esto.

Añadir que mi suegro anda delicado precisamente del sistema pulmonar, así que un coronavirus es lo último que necesita. Si diera positivo, ojalá quede la cosa en un proceso leve.

Ayer por la mañana salí de casa para ayudar a mi cuñada y a mi sobrino a comprar y mover muebles, todos menos el sofá cama y el armario. Llegué a la cita cinco minutos tarde. Tal vez fue mi revancha inconsciente.

Me paré en la acera bajo las nubes y el frío viento cortante. Me quité los guantes, saqué el móvil y llamé a mi cuñada para que bajara. No cogió el teléfono.

Me había despertado a las cinco de la mañana revolviéndome en la cama. “Sofá cama, armario, ¿pero tiene mi sobrino colegio o no?, ¿pero por qué no se hacen enviar los muebles?”. Estuve ya maldurmiendo hasta que me levanté y practiqué yoga. Ahora estaba de pie sobre la acera en mitad del viento frío y cortante y me preguntaba por qué mi cuñada no respondía a mi llamada.

Llegó caminando unos minutos después. Tenía sus razones para llegar tarde. Le pregunté cuál era el plan.

Resultó que había habido algunos cambios.

La noche anterior habían comprado la mayor parte de cosas por Internet, así como la opción de hacérselas enviar. Al final no había resultado tan caro como pensaban. Mi sobrino tenía colegio. De este modo, iríamos los dos a IKEA a comprar un par de sillas y poco más, luego las llevaríamos al piso y regresaríamos. Vaya, esa noche podía haber dormido mejor.

Por lo menos sentí la sensación de que, lo que hice el día anterior, había tenido algunos efectos benignos. Así que bravo por mí.

A Lucas le están saliendo los premolares. Tiene las encías hinchadas y ataques de llanto, ya que debe de dolerle al pobre. Por lo demás, cogido de las manitas cada vez camina mejor, y cada vez entiende más cosas, lo que sigue siendo impresionante. Ya sabe cuando le preguntamos si quiere papilla, o si quiere irse a la cama, o cosas de ese estilo. Poder empezar a interactuar con él utilizando la razón es todo un nuevo nivel muy gratificante. Me pregunto cómo hago para alcanzar ese nivel con mi suegro.

Comentarios

6 respuestas a «La sombra del coronavirus»

  1. Avatar de Adrián
    Adrián

    Mucho ánimo con la COVID, ¡que no la hayáis cogido ninguno más y que sea leve para tu suegro!

  2. Avatar de Manuel
    Manuel

    ¡Mucha fuerza!, espero que sea leve para tu suegro y vosotros lo hayáis pillado

    1. Avatar de Javier

      Gracias, Manuel! Supondré que ha sido un error tipográfico! XD

      1. Avatar de Manuel
        Manuel

        Nota mental, si con el teclado ya me como la mitad de las letras/palabras con el móvil no va a ser diferente….

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