La sauna, sobre el remolque, sale de la parcela y se marcha calle arriba. El enorme tonel se pierde por encima de la valla. La echaré de menos. Ha sido un amor a primera vista.
Antes de proceder con el asunto o asuntos de hoy, dar las gracias por las felicitaciones a Luqui en su primer cumpleaños. Así da gusto tener un blog. Gracias.
Sobre el remolque, el gran tonel hacía que el conjunto pareciera un carromato del viejo oeste.
El primer metro de tonel daba espacio para un par de sillas de madera integradas en el conjunto. Luego la puerta daba acceso al interior.
En el interior, las paredes y los bancos de la típica madera de sauna. Al fondo a la derecha un pequeño ventanuco y, en medio, una estufa de leña.
Encender la estufa tuvo lo suyo.
Al parecer, para encender fuego, hacen falta tres componentes en el mejor de los casos.
Primero se pone papel. Papel de periódico, algo que queme rápido y fácil.
Encima, hojarasca, virutas, musgo reseco. Algo que queme todavía rápido y fácil pero que dure un poco más.
Encima, maderos grandes, tronquitos. Serán los que lleven el peso de la combustión.
Es una cadena: el papel enciende las virutas que encienden los maderos. Luego ya va solo.
Bien, aquí nos faltaba el eslabón intermedio. El papel se consumía rápidamente; tan rápidamente que no daba tiempo a los maderos a cogerse. Hubo que crear un suministro estable de papel hasta que los maderos decidieron cogerse. Pongamos entre veinte y treinte minutos, los mismos que esta mañana, para volver a poner la caldera en marcha. Viniendo de Valencia, poca experiencia en chimeneas tengo, pero estoy abierto al aprendizaje.
Ayer pusimos la sauna a unos 50 grados. Hoy, metiendo más combustible, la hemos llevado por encima de los 70.
La experiencia ha sido fenomenal. Tener una sauna en el jardín es, como dije ayer, parte de mi sueño alemán. Y ayer pude recordar por qué. Después de dos años sin pisar una sauna, esto ha sido una maravilla. Nuevo paso en el Uncrunching. Nuevo nivel de bienestar desbloqueado. Lo llamo bienestar, pero todavía queda para llegar hasta allí, entendido el bienestar como la ausencia de dolor.
Hoy ha venido el tipo a recogerla. Hablando con él, me ha contado algunas anécdotas.
¿El cristal de la puerta roto? Unos rusos, que pusieron la sauna a cien grados. Sí, la ponen a todo meter y se sacuden con ramas. Debe de ser un espectáculo. En mi cabeza lo es.
¿La chimenea torcida? Un cliente que la recogió para llevarla a casa él mismo y no puso atención al pasar por debajo del puente.
Así que estamos en conversaciones para comprarnos una. De momento le hemos echado un ojo a esta:
HOME DELUXE – Outdoor Fasssauna inkl. | Kaufland.de
Tiene buena pinta, es asequible y está respaldada por Mick Schumacher. ¿Qué más se puede pedir?
El hombre me ha dicho que la compraron a madera, en lugar de eléctrica, por puro ahorro: la madera es más barata que la electricidad. “Todavía”, subrayó.
A ver si nos terminamos de decidir esta semana y hacemos el pedido y podemos aprovechar el invierno, que es cuando mejor se saunea.
¿Qué os parece?¿Tenéis experiencia haciendo fuegos?
Por cierto, leí que la mayoría de incendios domésticos en Alemania comienzan en la secadora. Al parecer, el material que se junta en el filtro de pelusas es de lo más inflamable del mundo.
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