Buf, mañana rara. El Luqui ha estado berreando desde cosa de las cinco y media de la mañana. Desayuno, ducha, contemporizar hasta las ocho y media largas, cuando le hemos puesto el traje de astronauta para ir al médico.
Hoy le han enchufado un cóctel de seis vacunas juntas, entre ellas el sarampión. Con lo cansado que estoy y con el mal cuerpo que tengo, puedo comprender algo mejor a los padres anti-vacunas: al menos se ahorran la expedición a la consulta del médico.
Segundo día de niebla consecutivo. De acuerdo con la ranita del tiempo, sólo quedan dos más. Mal dormido, mal cuerpo y además niebla. Hoy viene todo de cara.
Al menos ayer recibí un montón de comentarios, lo que me alegró mucho. Nada como deciros que voy a comprar un taladro malo para que os levantéis en armas.
Hace un par de días recibí un mensaje en Twitter de alguien preguntándome por una tira en concreto de Bilo y Nano, una en la que Nano entra a trabajar en el ejército estadounidense. Esta persona no podía encontrar esa tira en particular.
He echado un vistazo a la colección y, tras un rato buscando, la he encontrado. Se trata de la tira 225. Otro lector satisfecho.
Parece que la crisis de las papillas del Luqui, que se extiende ya varios meses, comiendo regular, ha tenido su primer rapapolvo médico. Me lo he perdido porque estaba haciendo la compra semanal en el Lidl, pero al parecer le ha dicho el galeno a Daniela que el Luqui tiene que comer más, que se está quedando por debajo de la media en las gráficas. ¿Dónde queda eso de no comparar a los peques entre sí? Me pregunto si el médico se ha leído las cartas a los padres del ministerio alemán de la infancia y la familia (o lo que fuera).
Daniela y yo somos un par de fideos. Bueno, ella es un fideo y yo soy un spaghetti, así que no creo que el Luqui vaya a salir de otra manera. Pero bueno, es el momento de crear una nueva estrategia bajo el lema “Menos teta y más chicha”.
Pobre Daniela, además de fundida que está la pobre, encima este escarnio médico. Con lo que se desvive para darle al Luqui todo lo que necesita…
Cambiando de tercio, llevo algunos días hablando conmigo mismo acerca de una posible manera de hacer avanzar el asunto de la publicación de los más de treinta capítulos del Big Crunch que recuperé de la parte perdida de ESDLV cuando mis días más bajos. Se me ha ocurrido que, ya que Adrián mostró interés por leerla, le podría ofrecer la oportunidad de hacerlo a cambio de que me hiciera comentarios y correcciones. Yo le enviaría el tocho y él me lo devolvería con apuntes. Siendo que se fija en cosas como que si escribo los meses en mayúscula o en minúscula, pues podría ser un win-win. ¿Qué tal la oferta, Adrián?
Ayer monté el corralito del Luqui. Esta mañana le he metido dentro y ha aguantado unos tres minutos antes de inquietarse. No sé, no veo yo al Luqui pasando largos ratos ahí, con lo que le gusta reptar por toda la casa.
Y lo voy a dejar aquí por hoy. Las opciones acerca de qué hacer a continuación se reparten entre preparar un hojaldre de salmón y espinacas, que me enseñó a hacer mi hermana, o darme de alta como profesor de español online. Tal vez podría empezar por lo segundo y terminar por lo primero. ¿O hago una tortilla de patatas?
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