Improvisando

Esta es una de esas ocasiones en las que me siento a escribir y no sé qué voy a decir. Algo he de tener, porque algo voy a escribir. Es interesante el ejercicio, que hago cada día con el podcast, de improvisar algo. El hilo conductor: prosperar. De eso va la cosa.

Termina el mes y preparo la nueva factura para Manuel. Qué guay. Le agradezco la oportunidad de aprender esto de ofrecer mis servicios y de poder preparar una factura de pega y poder jugar un poco a esto de que soy autónomo o freelancer o que tengo una empresa de responsabilidad limitada llamada ESDLV Services. Así, poco a poco, me voy haciendo a la idea. Y me voy haciendo a la sensación de que valgo para algo.

Mira, esa es la verdad. Siento que no valgo para nada.

A estas alturas, y después de tanta recuperación, eso ya es exagerado, pero sí que me siento todavía muy poca cosa. Sinceramente.

Señor ingeniero. Cuatro idiomas. Yo qué sé qué más se le puede añadir a eso. De poco vale. Si me siento como una mierda, me siento como una mierda. El resto son títulos y etiquetas.

Deben de referirse a eso, digo yo, cuando hablan de eso de que no somos nuestros trabajos, ni nuestros títulos, ni nuestras parejas, ni nuestros hijos… Que no somos nada que no seamos nosotros. Y que, cuanto más nos adornamos, es porque peor nos sentimos. Para mí, estos días, estas reflexiones han estado cobrando mucho sentido.

El desván avanza. Me gustaría decir que rápidamente, pero se me está haciendo lento. Pero es que es mucho trabajo.

Cada mañana me levanto y preparo un termo de café. Café, leche, azúcar… Lo subo al desván.

Desde que cambiaron la hora estoy un poco descompuesto en mi horario. He pasado de levantarme a las 6:45 a dar algunos bandazos. Ayer me levanté a las 7:15 y esta mañana a las seis, pues hoy practicaba mi sesión de yoga pasara lo que pasara. Madrugón, pero qué buena falta me hacía.

Llevo una semana algo tocado. Ayer lloré, y hoy pensaba que lloraría de nuevo.

Sigo desentumeciendo la parte alta del pecho y flipando con las sensaciones, flipando con sentir, con mayor nitidez todavía, en particular el retorcimiento de mi hombro derecho. Todavía no me atrevo a meterme con la base del cuello, pero sigo avanzando. Se me viene el mundo encima cuando pienso en que, en ese delirante estado, con el esqueleto retorcido dentro del cuerpo, he pasado los últimos 32 años de mi vida.

No sé si lo comenté aquí o solo en el podcast, pero me han dado, después de unos cuatro meses, por fin acceso a la beta del GitHub Copilot. Se sale, aunque sigue haciendo falta saber programar y también hace falta aprender a explicarle a alguien, una inteligencia artificial en este caso, lo que quiero que haga. Pero es una pasada. Ahora me hace falta un proyectillo interesante para ponerlo a prueba, así que voy a explorar la API Rest de WordPress y a ver qué se me ocurre. Estaría bien hacer una integración del feed del podcast con WP de manera que creara una entrada nueva con cada nuevo episodio. Sólo por probar.

De Preply, me han vuelto a tumbar el vídeo. Temo que fue por la duración. Había leído que aceptaban hasta tres minutos, pero ahora leo que hasta dos. También me han adjuntado una especie de guion al que me recomiendan ceñirme. Llevo un par de horas grabando vídeos de presentación y me temo que terminaré echando una hora más. De momento me reservo las dos horas del martes por la tarde en las que la abuela se hace cargo del Luqui.

Me decía Daniela el otro día que aprecia mucho el tiempo que estoy pasando con mi hijo.

Y es verdad. Pocos padres pueden darse el lujo de tomarse tanto tiempo lejos del trabajo para dedicarlo a estar con sus hijos. No sé cuánto vale eso, supongo que será una de esas cosas que el dinero no puede comprar, pero sí que sé cuánto cuesta: unos 1.700 euros al mes en esta parte de Alemania.

De get-in-IT recibí interés por parte de una consultora que trabaja en los sectores financieros y de seguros. Es lo más aburrido en lo que se me puede ocurrir trabajar. Gracias. Paso.

Y me doy cuenta de que me estoy metiendo otra vez mucha presión con lo del trabajo. Siendo que me puedo permitir tomármelo con calma y teniendo en cuenta el estado en el que estoy, mañana tengo terapia otra vez, reduzco todavía más la presión para encontrar trabajo. Quiero reducir tanto la presión externa o artificial, que pueda notar la presión interna o genuina, ese impulso natural a hacer cosas que me guíe desde mi interior.

Y con esto, poco más. No sé si mañana me animaré a escribir algo más, que esta semana he estado más ausente de lo normal. Con lo que sí que estoy cumpliendo es con el podcast, pero es que estoy notando que, últimamente, me apetece más hablar que escribir.

Comentarios

Una respuesta a «Improvisando»

  1. Avatar de Vince
    Vince

    Hola Javier,
    El tema de sentirse útil viene dado (creo) más por uno mismo que por las circunstancias. Puedes desarrollar un determinado trabajo de pena pero creerte Steve Jobs y al revés, ser un trabajador excepcional y que no te lo creas.
    Yo últimamente, y a pesar de tener trabajo, me siento bastante peor que hace 10 años a nivel profesional a todos los niveles..
    Por otra parte, el trabajo nos ha de permitir disfrutar del tiempo en el que no estemos trabajando. Si además somos de los privilegiados que disfrutan trabajando (no siempre en mi caso pero me considero afortunado) pues mejor.
    Va a ser más sencillo (creo) en tu caso poder dedicarte a la programación que convertir tu talento comunicador en dinero. Hoy en dia, el dinero de los creadores de contenido se ha movido a lis tiktoks, Instagrams, youtubes, twitches, etc…(lamentablemente…). Atrás quedan los bloggers por mucho que nos pese.
    Las nuevas generaciones se limitan a engullir vídeos e imágenes sin descanso. Lo de leer “cansa” más y lo reflexionar sobre lo leído ya es agotador….

Deja una respuesta