La de hoy va a ser una columna corta, mucho más corta que la de ayer y tal vez más corta de lo habitual. Esto es debido a lo que voy a explicar a continuación. Vamos con ello.
Ayer contaba en la extensa columna que escribí que quería incorporar lo de los videojuegos de forma ecológica, de una manera sana. Uno de los modos que se me había ocurrido era el ponérmelo de zanahoria: puedo empezar con ello cuando haya cumplido con mis tareas, solamente entonces.
Del vivir el día a día tengo muchas tareas cotidianas y, en el estado en el que estoy, algunas de ellas se me hacen muy grandes, así que ponerme la zanahoria al otro lado de las mismas podía ser una manera de motivarme a hacerlas y a la vez seguir avanzando en este camino de prosperar. De entrada parecía una buena idea.
Sin embargo, cuando lo compartí con Daniela, la cosa no quedó tan clara.
Una de las cosas que más aprecio de Daniela es que me dice las cosas como son, especialmente cuando no me gusta. Al pan pan y al vino vino, da igual lo mucho que me pueda molestar.
Evidentemente, me molesta. A veces me molesta mucho. A veces me molesta tanto que me cuesta soportarlo, pero aprecio su intención y el valor que hay detrás de ello, y es muy importante para mí. Con tanto dolor y malestar, todavía tiendo a engañarme muy fácilmente.
Daniela vino a decir:
- Esas cosas ya no eran tan grandes para mí hace un par de semanas, antes de este paréntesis por la muerte de mi padre.
- Estoy haciendo estas cosas más grandes de lo que son
- Estoy más avanzado en mi proceso de recuperación que todo eso
Me jodió escuchar eso. Me molestó mucho.
Yo ya me había montado mi película y me estaba metiendo en ella. Pero sí, era cierto: al plantearme esto así me estaba haciendo un flaco favor a mí mismo.
Después de un rato desagradable discutiendo y aclarando y negociando con Daniela, cambié mi actitud.
El resultado: es martes por la mañana y ya he hecho todas las tareas que ayer mencioné y que había planeado para toda la semana.
Lo que he ganado:
- Una percepción de que estas cosas son más pequeñas y más accesibles
- Un montón de tareas resueltas, incluso con una más de regalo.
- La sensación de que puedo llamar y resolver cosas rápida y fácilmente, incluso cuando surgen dificultades o mi interlocutor al otro lado del teléfono no tiene un buen momento.
En fin, ha sido duro y desagradable llegar hasta aquí, pero aquí se está mucho mejor.
Una vez más, gracias Daniela.
Así, como digo, estoy escribiendo estas líneas y ya he completado todas las tareas que había programado para la semana, martes por la mañana. A alguna tarea le ha surgido una acción extra, pero puedo completarla fácilmente con esta nueva manera de percibir y de sentir que puedo seguir mejorando.
Algo interesante de mencionar es que he dedicado tiempo a resolver algunas de estas tareas como primera cosa de la mañana; esto es, antes de ponerme siquiera a escribir la columna.
La verdad es que se siente mejor: primero me ocupo de mí y luego me ocupo de vosotros. Tiene más sentido.
Es un hecho que soy un pobre hombre recuperándose de una experiencia tan brutal que todavía la sigo procesando, de una experiencia que ha abarcado una gran parte de mi vida y que me dejó en un estado miserable. La parte buena es que eso me ha dado la oportunidad de aprender cosas extraordinarias y también de progresar desde ahí, y aprender a hacerlo lento pero seguro. Sigo en ello, y eso es lo que comparto aquí con vosotros. Gracias, una vez más, por acompañarme. Aprovechemos esta oportunidad de prosperar juntos.
El botón de donación
Además de eso, comentar aquí también algo que mencioné ayer en el podcast: el botón de donación.
Hubo alguien (no digo quién es porque no tengo su permiso) a quien el audio de hipnosis para dormir y descansar mejor le ha sentado especialmente bien, y se sintió lo suficientemente agradecido como para querer darme algo de dinero. Antes de comprar un nuevo ejemplar de El Diario Teutón, me sugirió poner un botón de donaciones. Esto era algo que había considerado hacer antes pero que, la verdad, no me había atrevido a hacer por simple vergüenza. Pero ante su sugerencia me puse manos a la obra y conseguí crear el botón.
Lo he puesto en un lugar poco prominente también por vergüenza. Lo podéis encontrar en la parte inferior izquierda del pie de página, junto con el feed RSS.
Así que ya lo sabéis: si en algún momento sintierais tanto agradecimiento que me lo quisierais expresar monetariamente, podéis usar el botón de donaciones.
Estoy en el proceso de ganarme un sueldo con esto, así que toda ayuda es bienvenida.
Despedida y cierre
Por lo demás, eso es todo.
¿Qué estrategias de este tipo os funcionan a vosotros a la hora de poneros una zanahoria al otro lado de esas tareas odiosas?
¿Cómo organizáis vuestros días de trabajo?

Esta me pareció especialmente bonita, tal vez por antigua.
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