Cartas a los padres: Tercer mes

Buf, hace ya un buen rato que no me prodigo por aquí. Sin embargo, el tiempo pasa y tenemos pendiente meternos con el tercer mes de las cartas a los padres con el propósito de informarnos acerca de lo que necesita el bebesito y nos espera en el tercer mes, así que vamos con ello.

Mencionar que a Lucas le quedan diez días de tercer mes, de modo que, si nos apuramos un poco, podemos terminar con el tercer mes dentro del tercer mes. Estaría bien que completáramos la información de un mes antes de empezarlo. Podemos proponerlo como meta.

Antes de comenzar, contar que después de la “crisis láctea” que hemos superado con éxito, pues el bebesito ya se alimenta 100% de leche materna todo el tiempo (aplauso), nos encontramos con la crisis del Tragetuch, el fular de portar y antes llamado, equivocada pero divertidamente, “la furla de portar”: desde hace dos semanas no hay manera de meterlo en el fular y tenemos que cargarle a cuestas todo el día. Es meterlo en el fular y ponerse a llorar desconsoladamente. Así que ese es el reto en el que estamos trabajando actualmente, aprendiendo a detectar las señales con un poco más de anticipación para gestionar mejor sus estados emocionales. Podría hacer lo mismo conmigo mismo. Seguro que aprendo algo útil.

Dicho esto, vamos con el tercer mes.

Cartas a los padres: tercer mes

El interés del bebesito por lo que ocurre a su alrededor crece día a día. Sigue con atención las miradas, las voces, los objetos móviles… y crecen las ganas de explorar ese mundo. Por el momento domina sus manos: puede meterlas en su boca, observarlas detenidamente y juntarlas. En este momento comienza la práctica de la coordinación entre las manos y los ojos. Lo que ven los ojos, persiguen las manos. Lo que las manos alcanzan, se lleva a la boca, donde el bebé puede sentir de la mejor manera. Ahí descubre si las cosas están frías o calientes, rugosas o lisas. En esta etapa deben ser apropiadas las cosas que se lleve a la boca, en el sentido de que deben químicamente ser adecuadas para bebés. Objetos inapropiados, que pueden ser llevados a la boca y mantenidos ahí durante largos ratos, pueden conducir a daños en el hígado o en los riñones. El caucho natural es una alternativa adecuada en este contexto. Infórmese convenientemente.

En esta etapa, conviene tener en cuenta que los objetos deben ser lo suficientemente ligeros como para poder ser tomados y levantados por el bebé y lo suficientemente grandes como para que se queden en la boca en lugar de ir más allá. El bebesito se alegra de la variedad, aunque mucho de golpe puede ser demasiado.

Nota de libre-traductor y padre: Me pintan aquí un panorama en el que el bebé coge las cosas con naturalidad y facilidad. Mi bebesito está terminando el tercer mes y no agarra nada.

Nota suplementaria: Me dice Daniela que el bebesito está de hecho terminando el segundo mes. Buf, menos mal. Y lo que es mejor, ¡ya hemos cumplido la meta que nos propusimos hace unos párrafos! Caray, así da gusto. Cada vez lo hacemos mejor.

Nota técnica: Al parecer hay un mes cero. Pongamos que hay un mes cero para que todo esto tenga sentido.

Sigamos.

Comprender el mundo mediante el juego

Acabo de descubrir que “begreifen” significa comprender. Una cosa más. Ah, la alegría de aprender.

Los bebés tienen un interés natural en el juego y disponen de sorprendentes habilidades para jugar.

Un interesante experimento contó con dos grupos de bebés. Ambos tenían un móvil sobre la cuna, pero el primer grupo tenía bajo la almohada un sensor de presión. Cuando los bebés movían la cabeza, el móvil se ponía en funcionamiento. En unos pocos días, estos bebés aprendieron que podían poner el móvil en movimiento. Su interés por el móvil creció día a día. En cambio, los bebés del segundo grupo, apenas miraban ya el móvil por entonces. El experimento arrojó además un sorprendente resultado: los bebés que podían activar el móvil con la almohada disfrutaban y sonreían más.

Ahora, los bebés no están normalmente conectados a sensores de presión, así que necesitan de colegas de juegos que reaccionen a sus actividades. De esta manera aprenden los bebés, en confianza, que sus comportamientos despiertan reacciones resultantes en el padre o en la madre.

Jugar es importante para el desarrollo del bebé, pero el entrenamiento o el condicionamiento son lo contrario del juego.

Cada bebé tiene sus propias necesidades de juego, y se debe reconocer cuándo es mucho y cuándo es poco. De la misma manera que en el propio desarrollo del bebé, también hay diferentes fases en este contexto.

Consejo de juego: Puede usted ubicar al bebé sobre una manta sobre el suelo en un lugar lejos de manteles y cantos peligrosos. Los enchufes deben estar ya, en esta fase, tapados convenientemente.

Necesidad de movimiento

Siendo que Daniela y Lucas han salido a dar una vuelta, voy a alargar un poco esta columna y así liquidamos aproximadamente la primera mitad del tercer mes y podemos ventilarnos esto en dos sentadas y antes de que Lucas comience su tercer mes teniendo en cuenta el mes cero. Jeje, con un poco de esfuerzo y de suerte, ¡ya estamos al día! ¡Hurra!

Pero vamos con el asunto que nos compete: la necesidad de movimiento. A ver qué dicen las Cartas a los padres acerca de este importante punto.

El bebesito se vuelve cada vez más fuerte y ágil. Pataleando, puede llegar a darse la vuelta. Tenga en cuenta esto para asegurarse de que permanece pendiente del bebé en todo momento, especialmente cuando está sobre la cómoda de cambiar pañales. Estos progresos pueden sorprenderle, así que esté atento y desarrolle buenas prácticas por anticipado.

Con aproximadamente tres meses, el bebesito se sentará si le estira suavemente de los brazos hacia adelante y levantará la cabeza. Al hombro de un adulto, puede sostener su cabecita por sí solo.

¿Complementar la alimentación?

Este estirón en el desarrollo puede aumentar los requerimientos de teta o biberón. El bebesito, sencillamente, necesita ahora más leche.

Normalmente, la producción materna se ajusta automáticamente (¿acaso no somos los seres humanos asombrosos?). De cualquier manera, si hiciera falta, dele más teta o biberón al peque. Más a menudo.

Aquí añaden las cartas algunos detalles más, pero podemos resumirlo de la siguiente manera:

Más teta. Más leche. Citius, fortius, altius.

Go bebesito, go!

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