Seis y media. Luqui berrea. Estoy cansado y no puedo levantarme. Podría hacerlo, pero estoy muy a gusto en la cama. El berreo crece en intensidad. Pronto se levantarán Luqui y Daniela. Si quiero salir a correr hoy, es ahora o nunca.
Me levanto, me enfundo la ropa de correr y voy al baño. Salgo a la calle. Está oscuro pero se está bien. La nieve ha desaparecido y hoy ya no cae nada del cielo. Echo a correr.
Me siento bien. Lo que más me molesta son los gemelos. Mis gemelos y mis tobillos soportan mucha tensión, y me doy cuenta cuando les presto atención.
El retorcimiento de la columna entre el cuello y el pecho se traslada a los hombros, pero también hacia abajo a través del plexo solar y de las caderas. Toda esa tensión tiene que transmitirse finalmente al suelo, y los tobillos y los gemelos están sometidos a esa tensión todavía.
Corro en la oscuridad con mi frontal. En el punto más lejano de la vuelta tengo que hacer una curva de noventa grados sobre hierba que, en esta época del año, está permanentemente mojada y embarrada. Bajo el foco, veo muy poco. Me pregunto qué mejor manera de tomar esa curva puedo encontrar. Si siguiera así podría terminar en el suelo una mañana.
Al entrar en mi calle, sprint. Llego a casa bastante fresco. Empiezo a notar que me voy acostumbrando a los diez minutos de ronda matutina. ¿Cómo puedo hacer que me resulte más fácil salir de la cama? Tres salidas llevo ya esta semana. Eso está muy bien.
Ayer empecé el proceso de darme de alta como profesor online de español. Comencé subiendo una foto.
Es la foto que tengo en este sitio. Me la hicieron cuando trabajaba como programador. Un día vinieron un par de hombres y nos hicieron fotos a toda la plantilla. Estaban renovando la página web y querían que luciéramos guapos. La foto está chula, y es una de las mejores cosas que me llevé de aquella época.
Luego estuve rellenando un pequeño formulario acerca de mí, de lo que sé de enseñar y de cuál es mi metodología.
[Pausa de dos o tres horas debido a imperativos del Luqui]
De enseñar, sé lo que aprendí enseñando hipnosis, donde adopté una metodología muy sistemática: dividir lo que quiero enseñar en partes muy pequeñas, practicar estas partes independientemente y luego practicar las partes juntas para emsamblarlas. Además de eso, para mí es importante disfrutar y divertirse aprendiendo. Es lo que hace que, para empezar, lo hagamos. Y más tarde, lo que hace que queramos seguir practicando.
Finalmente, me queda la parte de grabar un pequeño vídeo de uno o dos minutos en el que hablo de nuevo acerca de todo esto y añadir cuál es mi disponibilidad horaria. De momento estoy atascado en el vídeo: necesito un buen lugar, una buena luz y un buen rato en el que pueda estar tranquilo para grabar el mejor vídeo que pueda grabar, a ser posible hoy.
Así que, esta mañana, aprovechando pequeños bricolajes caseros varios por casa, me he subido mi antigua mesa del sótano (IKEA Ingo) y me la he montado en la habitación. Ahora quedan otros detalles: ¿qué silla? ¿Subo también el monitor y lo conecto al portátil? Tengo curiosidad por saber cómo se ve el escritorio del Mac en una pantalla más grande. ¿Qué lámpara puedo usar? Necesito feedback de Daniela. Además, si hago una construcción demasiado fea, me la tirará para atrás y tendré que rehacer el proyecto y presentarlo de nuevo.
En fin, ya tengo faena para hoy.
Sigo esperando que me respondan de la empresa de mi cuñado, donde los telescopios, las armas y los microscopios. Mi dice mi cuñada que están interesados y que podría salir adelante. Mi dice mi cuñado que, hace una semana, le va a dar un toque al de recursos humanos. La verdad es que me lo puedo tomar con calma. Por aquí todavía tengo cosas que hacer y dolor y retorcimiento que reducir.
Hace unos días leí acerca de un vídeo de una partida de ajedrez infinita. Al parecer un tipo había puesto un montón de inteligencias artificiales a jugar entre sí en aparentemente infinitos tableros adyacentes y el resultado era espectacular. No lo he visto, pero voy a buscarlo y lo pongo aquí, que seguro que le gusta a Manuel.
Adrián ha aceptado mi oferta de revisar el manuscrito, el teclescrito, más bien, de “El Big Crunch”, así que queda por ver cómo hacérselo llegar. ¡Qué guay!
Y con esto voy a ir cerrando aquí por hoy. Me hago algunas preguntas acerca de vosotros. ¿Dónde vivís? ¿En qué trabajáis? ¿Tenéis hijos? ¿Cómo llegasteis a ESDLV? ¿Cuánto tiempo lleváis por aquí?
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