Me encantan este tipo de notaciones, así, de más abstracto a más específico, como una cadena de relaciones entre sí que discurre en una dirección en particular. Aunque hoy hablaré acerca de otras cosas, vamos con este título que me hace recordar mis añorados tiempos de simracer.
Mencionaba Ed en el último comentario que este fin de semana iba a practicar el simracing, en particular con el Assetto Corsa.
He pasado por muchos simuladores de conducción diferentes a lo largo de las últimas dos décadas. El último fue el Assetto Corsa.
Creado por un pequeño estudio de videojuegos especializado en simuladores de conducción, Kunos, Assetto Corsa rompió la escena del simracing debido a su alta calidad y su estructura interna abierta, que posibilitaba el desarrollo de extensiones por parte de los fans.
Me compré el juego cuando lo estaban desarrollando. La primera versión tenía un circuito y un coche. Después fueron viniendo más circuitos y más coches. Tardó meses en llegar un versión con coches conducidos por el ordenador, y todavía más una con un componente online, con el que nos podíamos conectar con un servidor y correr con otros jugadores. ¡Cómo gocé de aquellos tiempos! En lo más profundo, oscuro y doloroso del Big Crunch, jugar al Asetto Corsa era, literalmente, una motivación para levantarme por las mañanas.
Tiempo más tarde descubrí Sim Racing System, una especie de sistema de competición online à la iRacing pero gratuito, donde pasé a engrosar la comunidad convirtiéndome en un asiduo de los foros. Corría dos carreras al día, una por la mañana y otra por la tarde, y preparaba cada una de estas carreras durante una hora, haciendo los ajustes adecuados al coche.
Jugué al AC más de mil horas de acuerdo con el registro de Steam, llegando a auparme a la primera posición de la clasificación española, entre varios miles de simpilotos, y me metí en el top-ten de la clasificación internaciones entre, literalmente, decenas de miles.
Echo mucho de menos todo aquello. Echo de menos salir a toda velocidad de la última curva de Mugello, dejando que la dirección se abra lentamente mientras doy gas, y buscar el piano exterior para escuchar el sonido de los neumáticos subiéndose al bordillo y sentir el volante vibrar. Tal vez en el futuro pueda encontrar un par de horas semanales para volver a jugar a esto. Si me construyo una sauna, bien puedo construirme un simulador. Ambas cosas están todavía por ver.
Lo que quería recomendarle a Ed es el llamado Content Manager (Content Manager – alternative launcher for Assetto Corsa), un gestor de contenidos para el AC. Mejora los menús del título original reuniendo muchos controles diferentes en única única vista, desde la que se pueden lanzar rápidamente sesiones eligiendo el tiempo, la temperatura del aire y de la pista, el nivel de los oponentes… Creo que a estas alturas tiene integrados plugins de tiempo atmósferico con God Rays y lluvia, algo de lo que carecía el juego original. Por lo que he visto en vídeos posteriores a mi alejamiento del simulador, ya hay hasta carreras nocturnas. Los aficionados con conocimientos técnicos han hecho maravillas con el título original.
Al margen de esto mencionar que ya he recibido y corregido la primera redacción de Manuel. Comenzar apreciando su esfuerzo.
Yo escribo desde hace cosa de tres décadas, a veces más y a veces menos. Desde hace casi un par de años, escribo casi cada día. Tirar 100 palabras, para mí, está tirado. Pero entiendo lo difícil que puede ser para alguien que carezca de tanta práctica. Así que bravo, Manuel. Además de eso, ponte a escribir 100 palabras en alemán, y más cuando estás prácticamente comenzando en el aprendizaje del idioma. Una labor titánica, así que bravo, Manuel. Más allá de eso (darüber hinaus), mi pupilo se marca sus horas de curro semanales y, dos días a la semana, al salir del trabajo, de siete a nueve, se va a la Escuela Oficial de Idiomas y se traga dos horas de clase. Olé tus huevos, Manuel. ¡Bravo!
Así que me senté a corregir la redacción (der Aufsatz) y me tiré un buen rato, y luego tuvo que venir Daniela y corregir mi corrección. Luego pasé un rato más haciendo un resumen de los principales aprendizajes del texto. Por ejemplo, en alemán diferencian las cifras (die Zahlen) y los números (die Nummern). En matemáticas se usan las primeras y después, en la vida cotidiana, con las cifras se montan los números. Ese tipo de cosas.
A mí me está sirviendo también para revisar y aprender cosas, esas que me dejé por el camino a medida que iba aprobando los cursos. Además me noto más despierto y poniendo más atención a lo que escucho y haciendo más preguntas acerca del alemán mientras lo uso y lo oigo, así que también me está viniendo bien.
Domingo. Esta mañana llovía cuando me desperté a las siete, así que lo declaré día de pausa de carreras y probé a practicar una uncrunching session de yoga en la cocina. Como tras los cincuenta minutos la familia seguía durmiendo, aproveché para practicar una meditación.
Y ya está; ya tengo la columna para el lunes. Hagamos una gran semana.
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