Segunda quincena de agosto

Escribo segunda quincena de agosto pero debe de hacer ya algunos días que la comenzamos. Pero mira, sigue siendo la segunda quincena de agosto. Treinta y cinco grados de temperatura previstos para hoy. Eso suele ser a lo máximo que sube el termómetro aquí en verano. Lógicamente, hay excepciones. Hay excepciones para todo, incluso para las excepciones.

Y nuevo día y nueva columna. Un día más avanzando hacia la consecución de este reto, trabajando incluso a través del calor del mes de agosto; que vamos, no es que esté moviendo contenedores de basura y llevándolos hasta el camión. Desde aquí mi admiración y apreciación a los basureros y al trabajo que hacen. Si no fuera por ellos nos estaríamos ahogando en nuestra propia basura. Gracias por vuestra labor.

Hoy me he mudado a la mesa de la cocina. La mesa del paellero está copada por mi padre y mi tío resolviendo los sudokus de hoy. A la otra mesa fuera le está cayendo la solana de la mañana. Así, por orden lógico, me toca la mesa de la cocina.

El lavaplatos está en marcha limpiando los platos de ayer. Oigo su sonido rítmico y acuoso. Un momento antes tuvo lugar una cumbre entre mi padre y mi hermana en la que se decidió cuál era el programa más adecuado. Voy a preguntar por cuál se han decidido.

—El cuatro.

—El eco.

—No, ese no es el eco. El eco tarda tres horas.

Ah, es verdad. El cuatro es el que liquida el asunto en media hora pero que has de tener cuidado de no meter, por ejemplo, restos de humus. Salen como entraron.

Y en fin, así transcurren los días, entre mosquitos, baños en la piscina y pequeños pasos para arrancar la moto.

Ayer vertí el contenido del pequeño contenedor de cinco litros de gasolina que compré y pedí que me llenaran. Salvo algunas gotas, conseguí verter los cinco litros en el depósito. Después quedó la parte de probar a arrancar la moto con las pinzas del Modus.

Me vi un vídeo de «Auto-ocasión» acerca de cómo arrancar coches con pinzas. A ver si lo recuerdo correctamente.

1) Cable rojo positivo del donante

2) Cable rojo positivo al donado

3) Cable negro negativo del donante

4) Cable negro negativo al donado

Hacer la última conexión solamente cuando estemos listos para realizar la operación para asegurarnos de que la batería del donante permanece llena. Por cierto, gracias a los chicos de Auto-ocasión por su educativo vídeo.

La primera sorpresa vino con la pregunta:

¿Dónde queda la batería del Modus?

En su breve espacio bajo el capó, fui incapaz de encontrarla. Miré y miré con los ojos como signos de interrogación. Con la intención de simplificarme la vida, fui a por las llaves del Polo, levanté el capó y ubiqué fácilmente la batería del mismo. Conexión de pinzas y petición de ayuda a la plana mayor, más por mayor que por plana. Mi padre y mi tío estaban en pleno apogeo de su partida de parchís diaria y vespertina, e incluso así tuvieron a bien interrumpir el asunto para asistirme en el proceso.

Mi padre se subió al Polo, arrancó el motor y aceleró mientras yo pulsaba el botón de arranque de la moto.

Silencio total.

Dio igual cuántas veces pulsara el botón y con cuanta fuerza lo hiciera: el motor de la moto permaneció mudo.

Conclusión: la batería de la moto está seca. Siguiente acción: comprar una batería nueva.

Es una lástima, pues la cambié poco antes de abandonar la moto para irme a Múnich. Pero bueno, lo que haga falta por encontrarle un nuevo dueño a la moto.

Este será seguramente un asunto para la semana que viene. Tenía un posible comprador que se ha ido deshinchando con el paso de los días y, probablemente, le quede a mi pobre amigo Dani la venta de la moto.

Mi pobre amigo Dani se ofreció a venderme la moto.

«Me paso un día, le hago unas fotos, pongo un anuncio en «Mil anuncios» o donde sea y lo liquidamos»

Esa es una de esas cosas que se dicen en un momento y se posponen durante meses y, si fuera menester, durante años, con un cierto sentimiento desagradable que se hace cada vez más persistente, más grande y más desagradable. Cuando la semana pasada surgió un posible comprador, me alegré de poder descargar a mi amigo Dani de este compromiso, pero me parece que no va a poder ser. Y yo también me siento mal, que, al fin y al cabo, se trata de mi moto.

Al margen de esta pastosa y engorrosa tarea, tengo para hoy revisar el desagüe de la cocina, que no traga.

Lo mío son los ordenadores. Si el ordenador no funciona, si el móvil no furula, entonces entro yo y solvento el asunto. Cuando hablamos de piezas más grandes que hay que manipular con las manos, entonces me desbordo. Pero viene a ser lo mismo.

Ahora, desagüe que no traga, más espíritu fontaneril amateur, más visionado de algunos vídeos por Internet… tragedia segura. Pero oiga, tengo tiempo, tengo interés y nadie nace aprendido, así que cómo mínimo aprenderé un par de cosas mientras inundo la cocina.

Esta columna se me había puesto cuesta arriba desde el principio. Era una de esas columnas que me preguntaba cómo me enfrentaría a ella; después de todo, no tenía nada que contar. Pero mira, esas suelen estar llenas de cosas que contar. Como suelo decir, la cantidad de cosas que salen de la nada… La nada debe de ser uno de los sitios más prolíficos del Universo.

Y con esto y un bizcocho y un par de palabras más, ya tengo prácticamente terminada la columna de hoy y ya estoy un paso más cerca de la meta. Y lo que estoy aprendiendo acerca de la creatividad. De disciplina ya sé un rato largo; pero igualmente, aprendiendo todavía más.

Aquí una torre de Bismarck, en Augsburg, que se había quedado pendiente.

Comentarios

3 respuestas a «Segunda quincena de agosto»

  1. Avatar de Dani
    Dani

    Javier, no se mucho acerca de mecánica, y de electricidad lo justo pa ganarme el sueldo del mes, pero la moto debería haber arrancado al estar conectada a la batería del coche. No digo que la batería de la moto funcione, sino que queda “anulada” para el arranque, y que existe otro problema que hace que la moto no arranque.

    1. Avatar de Javier

      Eso mismo es lo que me temía yo. De ahí seguramente que mi otro amigo Dani mencionara lo de los fusibles. Hmmmm…

      Gracias por el comment.

  2. Avatar de Ed
    Ed

    Coincido en el diagnostico con los Dani’s. Revisa los fusibles. Si conectaste bien las pinzas al coche, debería haber arrancado.

    Una pregunta: Al conectar la llave ¿se encienden las luces del cuadro de instrumentos y se escucha la bomba de la gasolina?. Si nada se enciende, quizás esté el borne de la batería suelto. Hay vehículos que llevan un cortacorrientes en la borna de la batería. Mi moto no lo tiene, pero se lo instalé porque estaba harto de tener que cambiar la batería cada vez que cogía la moto 1 vez al año.

    Tu moto seguramente tenga un lleva un chip antirrobo y la injección no funciona si la centralita no detecta la llave original ¿has probado con otra llave?

    Suerte

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