Esta vez escribo directamente desde el editor integrado en WordPress. Normalmente escribo en Mark Text, que funciona de maravilla, pero tal vez pueda ganar algo de tiempo escribiendo directamente desde aquí. Me gustaría configurar el editor para que ocupe toda la página y quede como un editor “distraction free”, pero hoy no puedo dedicar tiempo a eso. Así que vamos allá con lo que hay.
Llevo ya un par de días en los que, con suerte, puedo terminar la meditación matutina. La columna, afortunada o desgraciadamente, se queda por el camino, así que tengo que sacar un rato de por ahí para escribir esto. Ahora, por ejemplo, Daniela pasea por el jardín con el Luqui disfrutando de un día frío aunque soleado. Yo estoy aquí, a la sombra, escribiendo. ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Por qué? Esas son preguntas lícitas.
A medida que estoy terminando el Uncrunching, increíble pero cierto, después de casi ocho años, algunas cosas están cambiando.
En 2008, cuando descarté el suicidio, decidí que dedicaría lo que me quedaba de vida, si fuera necesario, a descubrir y poner fin a lo que me ocurría. Me ha llevado casi trece años. Todavía me queda algo.
Pero me refiero a que está terminando una etapa enorme de gran significado para mí y ese motivo vital que me guio a lo largo del camino está llegando a su fin, está alcanzando su satisfacción final. Y parte de este camino ha sido este blog. Cuando se termine este camino, ¿qué pasará con el blog? Eso es algo que me pregunto.
Llevo 20 años cuidando de esto, haciéndolo lo mejor que he podido. Alimentándolo. Sinceramente, me daría mucha pena dejarlo ir, pero a veces, en la vida, es necesario para hacer sitio a cosas nuevas. De todas maneras, lo que tenga que ser, será.
A principios de marzo de 2014, tal vez el día ocho, descubrí el Big Crunch, decidí que tenía mucho trabajo por delante, compré una esterilla de yoga, la desenrollé sobre el suelo, me tumbé sobre ella y me horroricé al sentir, aunque fuera tímidamente, con el contraste del suelo, el estado en el que estaba: como un tronco viejo, seco y retorcido.
A principios de marzo de 2022, pues, esta semana o la que viene, más o menos, se cumplen ocho años de Uncrunching. Buf. Durante cuatro años, sanarme fue mi trabajo, 24 horas al día siete días a la semana.
Pero vamos con el asunto del registro y no registro.
Lo primero, gracias por el feedback. Gracias Ed y Adrián. Me habéis hecho darme cuenta de cosas que había pasado por alto.
Primero, registrarse o entrar en el sitio es mucho menos que trivial. La puerta está muy escondida.
Lo segundo: ¿Qué beneficio tiene estar registrado? Si no obtengo nada, si no mejora mi experiencia de ESDLV… ¿Para qué me voy a registrar?
Y luego está el tema de ¿qué pasa con los lectores que leen el blog desde un feed de noticias? ¿Tienen que entrar en el sitio necesariamente para que yo me sienta acompañado? Esa es una pregunta lícita e interesante a la que todavía estoy respondiendo. Podría limitar el contenido del feed, que WordPress tiene una opción para ello.
A ver; yo escribo esto. Yo lo publico. Yo lo mantengo. Yo pago el hosting y el dominio. Tengo derecho a compartir esto en mis términos, de la misma manera en que tenéis derecho a leer o no leer lo que publico, así que es más un asunto acerca de lo que necesito y de cómo satisfacerlo. Además de eso, pues el compromiso al que quiera llegar con vosotros.
Desde este lado, la verdad es que me siento muy solo. Últimamente, sinceramente, la cosa ha mejorado porque os animáis a dejar más comentarios, lo que agradezco. El que os registréis me permite comprobar que habéis leído la columna, lo que me permite saber que estáis ahí más allá de los comentarios que dejéis, lo que me hace sentir que esto que hago no va a la inmensidad del océano de Internet sino que le llega a alguien. Eso le da más sentido a lo que hago, y eso es importante para mí, especialmente en un momento en el que me estoy preguntando, precisamente, cuál es el sentido a largo plazo de esto.
¿Qué puedo ofreceros para animaros a registraros? Tal vez podría empezar haciendo visible la nueva caja de lectores del post para los usuarios registrados. Eso quizá os haría también a vosotros sentiros más acompañados en la lectura. Estoy, naturalmente, abierto a otras posibilidades, especialmente ahora que estoy aprendiendo a crear plugins para WordPress y podemos hacer aquí, un poco, lo que nos venga en gana.
También podría recuperar la barra superior de los usuarios registrados.
Cuando entramos en el sitio como usuario registrado, aparece por defecto en WP una barra superior con algunas opciones. Esta barra indica que hemos ingresado en el sitio, además de ofrecer algunas posibilidades. También por ahí podríamos construir algo.
Pero bueno, se trata de construir algo valioso, entre todos. Yo hago la mayor parte y guío un poco el proceso, pero esto tiene que ser una cooperativa.
Y bueno, poco más. Con esto ya me quedo más tranquilo.
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