En una mano, pack doble de pañales extra-dry, los que en teoría duran doce horas pero que a veces se desbordan de buena mañana (y natural que lo hagan); en la otra mano, bolsa simple de pañales convencionales, tal vez los últimos antes de volver a cambiar de talla. A la espalda, la mochila con artículos variados. Camino por las calles de Múnich a principios de este mes de junio, nublado pero ya algo caluroso.
En casa, Daniela porta a Lucas en el fular mientras, de pie, observa un vídeo en el portátil: está trabajando. Llego, desempaqueto y ordeno las cosas. Cojo las llaves del sótano y bajo dos pares de botas de invierno y un cubo. De vuelta, aprovecho la calma antes de la tormenta para echar unas líneas aquí, hoy con apartado musical.
Esta tarde vienen a ver el piso. La mudanza va tomando forma.
Ya hemos contactado a dos empresas de mudanzas y pronto habrá que decidirse. Ya he hablado con los carpinteros del patio interior para pedirles permiso para, seguramente entre semana, meter una par de furgonetas para cargar muebles. Finales de julio, gran fiesta de la mudanza antes de viajar a España para pasar el resto del verano.
La programación, de momento, aparcada. Tal vez me anime a hacer algo hoy si puedo encontrar al menos una hora para ello.
El Uncrunching sigue su curso. El tenso nudo que me retuerce el cuerpo entero desde la parte alta del pecho se va haciendo cada vez más pequeño y, con ello, los brazos se siguen destorciendo. Eso significa menos dolor, menos inquietud de fondo, más aire en el pecho, más tranquilidad.
Llevo ya un par de semanas haciendo la meditación sentado sobre el suelo con las piernas cruzadas. Eso es algo digno de mencionar.
Cuando acuesto a la familia, me tumbo un rato sobre la esterilla a ver la tele. Luego, cuando el sueño empieza a despuntar, me incorporo, cruzo las piernas y me siento a meditar. Tengo un mínimo que meditar de diez minutos diarios, pero, con las piernas cruzadas y sentado sobre el suelo, este mínimo carece de sentido: diez minutos es el tiempo que necesito para acomodarme en la postura y empezar a disfrutar de la meditación.
Así que, en los últimos días, estoy haciendo meditaciones de media hora.
El tiempo pasa rápido. Cuando me doy cuenta, ya han pasado los treinta minutos. Y con tan poco dolor, es muy agradable meditar. Acostumbrado como estoy, desde que empecé a meditar hace más de diez años ya, a meditar con dolor abrumador, meditar con tan poco dolor es una experiencia sumamente placentera.
Y todo es más fácil. En serio, todo. La cantidad de cosas que dependen del estado interno…
Tendría que escribir el quinto mes de cartas a los padres, pero la verdad es que no me apetece, y las circunstancias que dieron origen al ritual ya se han disuelto. Ahora Daniela está mucho más contenta con mi desempeño como padre y como pareja en general.
Desde que me levanto hasta que me acuesto estoy mucho más activo, con más iniciativa, más cooperativo, de mejor humor. ¿Que no me informo con las cartas a los padres? ¿A quién le importa? Me informa ella, y una vez basta. La información entra y se queda, y su utilidad se manifiesta después en forma de comportamientos adecuados. Todavía me queda muchísimo potencial por desarrollar, por supuesto, y gracias doy por ello, pero esto es, sencillamente, otra cosa.
La cocina para la casa nueva y está muy avanzada. Al final lo vamos a hacer con un pequeño estudio que se lo ha trabajado mucho. Mañana viajamos hasta Augsburgo para reunirnos con ellos y ver los materiales de primera mano y discutir los últimos detalles.
Así que todo se va encauzando poco a poco. De la misma manera en que las últimas partes de mí van entrando en sus lugares, las últimas partes de mi vida van encajando entre sí. Sorprendente y a la vez lógica y natural esa estrecha correlación entre lo que ocurre dentro y lo que ocurre fuera de nosotros.
Y con esto me voy a despedir esta vez con algo de música. Se trata de la canción “Pure” de Lightning Seeds, gran éxito de los… ¿90? pero versioneada con gran gusto y gran corazón con una guitarra acústica y buenos acompañamientos. Se ha convertido rápidamente en mi canción favorita de los últimos tiempos y la disfruto mucho tocando y cantando. Ya me diréis qué tal.
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