La columna random

Ese, ese era el nombre acertado que no acababa de encontrar: la columna random. Esa simple columna que, simplemente, pasaba por aquí. Esa columna con cosas completamente irrelevantes y a la vez de relativa importancia. Esa columna que… En fin, hete aquí la columna.

Hoy, curso de orientación laboral. Y este es el punto en el que me doy cuenta de que preferiría estar hablando acerca de esto que estar escribiendo hacer de esto. Demasiado trabajo escribir, con lo fácil que resulta hablar.

Es como… ¿para qué pasarme cinco minutos tecleando un largo mensaje de Whatsapp cuando podría grabar un mensaje de voz y liquidarlo en dos minutos y decir el doble?

Es lo que tiene poder hablar. Me recuerda aquel chiste…

Por la tarde, el curso de automarketing. Interesante, con ideas acerca de cómo hacer una marca y de cómo presentarse en una entrevista de trabajo. ¿Qué es lo que realmente interesa a un empleador?

Hoy estoy demasiado excitado. Demasiado excitado como para organizar mis pensamientos. Cuando salimos a pasear, yo iba mucho más rápido que Daniela.

Eso es completamente nuevo.

Inicio de las grabaciones

Hoy me he sentado, por fin, a grabar algo de vídeo para el canal. Mi hermana me regaló un kit de videoblogging y ya no tengo excusas, así que hoy, aunque a mediodía tenía ganas de echarme a llorar, he resuelto ponerme a grabar una especie de introducción que ha durado diez minutos largos.

He sentido vergüenza, he sentido apuro, he sentido miedo. Pero lo he hecho igualmente.

La idea es, durante la semana, ir grabando pequeños cortes con lo que se me vaya ocurriendo, y, el viernes, sentarme a editarlo y publicarlo. Esto puede conllevar alteraciones en la publicación diaria de las cosas. Puede que a veces no haya columna, o puede que no haya podcast. O puede que no haya ni columna ni podcast. A cambio, vídeo semanal al canto.

El viernes está programada la primera publicación, de cara al fin de semana en cualquier caso.

Dios, qué vergüenza.