Flutter

El otro día me enteré de que está en marcha la copa de Europa de fútbol. Hoy juega España y mañana Alemania. No creo que vea ninguno de los dos. Sirva esto de entradilla para esta columna acerca de Flutter.

“¿Y qué es Flutter?”, se estará preguntando más de uno. Eso, en un momento más.

El otro día estuve hablando de herramientas Low Code – No code, donde se podían hacer cosas (específicamente hablamos de aplicaciones de móvil), sin saber programar o programando muy poco.

Estuve dándole un buen tiento a AppGyver, y luego me puse con Bubble, que es tres cuartos de lo mismo pero de otra manera. Están muy bien, pero probar estas cosas me sirvió, básicamente, para darme cuenta de que yo lo que quiero es programar. Quiero ver código. No quiero tomar las cajitas y conectarlas con flechas y hacer cosas a partir de menús: yo quiero la versión más friki:: quiero juntar comandos y escribir funciones y clases.

Bien, oye: haciendo hemos conseguido aclarar. Nada como la acción.

Y así, llegué a Flutter.

Al darme cuenta de que quería explorar el desarrollo de aplicaciones para móvil, me enfrenté al dilema: ¿Android o iOS?

Yo soy usuario de Android. Me gusta. Me gusta eso de que funcione en una amplia paleta de móviles diferentes. No me gusta ese ecosistema cerrado de Mac, aunque sí que me gusten otras cosas de esta marca. Así que, de entrada, lo suyo sería programar para Android, pero… ¿por qué cerrarse la otra mitad del mercado, y de la diversión, así porque sí?

Ya conocía Flutter de oídas. Grosso modo, lo que mola de Flutter es que se programa una vez y se crean tres versiones: una para Android, otra para iOS y otra para la web. Creo que también tiene versión para ChromeOS, pero me interesa cero ahora mismo.

Y empecé a leer algo acerca de Flutter.

Me pareció, de entrada, muy complejo. Un primer vistazo a algo de código me dejó medio muerto, pero encontré una serie de tutoriales de The net ninja o algo así en donde se iba a poco y en seguida empecé a cogerle el punto al asunto.

Lo más destacable es que, en Flutter, todo es un widget, y un widget puede tener propiedades, funciones y otros widgets. Y lo segundo más destacable es el llamado “Hot reload”. Es decir, si estoy desarrollando una aplicación y hago un pequeño cambio, no tengo que compilar varios minutos para ver ese cambio, sino que la aplicación en desarrollo se recarga “en caliente” en aproximadamente un segundo contemplando el cambio. Fenomenal.

La siguiente pregunta es si mi ordenador podría mover el Android Studio, el entorno de desarrollo de Google (Flutter es de Google, por cierto). Bien, parece que, después de la última ampliación de RAM y el cambio a SSD, la cosa fluye con suavidad. El ventilador bufa todo el tiempo, pero ese ya es un problema endémico de este ordenador, agudizado ahora en llegando el verano.

Por ampliar la información acerca de Flutter:

  • Lleva en desarrollo varios años de la mano de Google y está bastante avanzado.
  • Usa el lenguaje de programación Dart. Relativamente asequible, con toques de Javascript y muy suyo.

Y poco más en esta ocasión. En quince minutos me tengo que ir a pasear con Luqui mientras Daniela tiene un reunión de trabajo, así que más me vale ir terminando esto, releyéndolo y poniendo algún enlace.

¿Conocéis Flutter? ¿Lo habéis usado? ¿Qué tal?

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