Fallando

Ostras, se ve grave la cosa, así, en letras grandes. “Fallando”. Estoy fallando. Estoy fallando a la regularidad de publicación que me propuse aquí y con la que yo mismo me comprometí. Vamos con ello.

Lunes por la mañana. Seis y media y en pie, a practicar yoga. Hoy me he levantado de mala hostia.

Me duele el nudo de la base del cuello, con un dolor sordo, entumecido. Siento rabia. Quisiera liberar esa parte de mí pero no lo consigo, todavía. Arrrrgh. Quiero que el mundo se entere de lo jodido que estoy.

Caray, hoy me he levantado sincero.

Estoy fallando, fallando a la regularidad que me había propuesto. Fallándoos a vosotros, como si hubiéramos adquirido aquí un compromiso por ambas partes con millones de dólares y contratos de por medio.

El otro día se publicó un post automatizado con la información del podcast y le faltaba el reproductor embebido.

—Pero… ¿y si la gente entra y se encuentra el post vacío, sin el reproductor? ¡No podrán reproducir el episodio!

Pero… joder. Me lo tomé como si fuera el responsable de Google y se hubieran caído todos los servicios de la empresa.

Joder, Javier, por el amor de Dios: tranquilízate. Sólo es una página de ***** perdida en la inmensidad de internet, con dos docenas de visitantes diarios y que haces por amor al arte. Tranquilízate, joder, tranquilízate.

El caso es que estoy fallando a la regularidad de la que hablaba.

El podcast me está llenando, y mucho. Estoy disfrutando mucho de los cinco o diez minutos que le dedico cada día. Tanto que, a veces, ni siquiera me hace falta escribir después. Escribir a veces se siente como una obligación.

Y hasta me siento obligado a justificarme cuando fallo un par de días seguidos. Desde luego es una cosa interesante.

En el último podcast contaba la odisea que ha sido montar técnicamente la sincronización de blog con el feed del podcast. Un plugin de WP lee el feed y crea un post por cada nuevo episodio del podcast.

Los mayores aprendizajes han sido:

• WP recorta de la base de datos los iframes. Al ir a grabar el contenido del post, recorta los iframes por motivos de seguridad.
• Se puede ejecutar código en un plugin haciéndose pasar por un usuario determinado
• El estado de un post publicado es ‘publish’ en lugar de ‘published’
• Hay una función que hace un update de un post y otra que los crea
• El enlace del feed de Anchor para cada capítulo es diferente si se embebe

Voy rápido a través de todo esto porque estoy en la cocina de buena mañana y, en cualquier momento, literalmente, se me termina lo de escribir.

Ayer lloré otra vez. Estoy agotado. Estoy agotado de esta mierda del Uncrunching. Llevo ya ocho años y un mes y se siente como una condena que estoy pagando por delitos que todavía no están claros. Afortunadamente, sigo avanzando en la recuperación. El retorcimiento del hombro derecho se va diluyendo para abrir paso en mi consciencia al nudo entre el cuello y el pecho, el núcleo del Big Crunch. Cuando consiga disolver eso, salvo detalles de última hora, habré terminado.

Empieza la semana. Para la misma tengo programado, mañana, grabar el vídeo de Preply por tercera vez mientras el Luqui está con la abuela. A ver si a la tercera va la vencida.

Los últimos dos días ha caido una buena nevada. Hoy ha salido despejado y parece, según la ranita, que después la cosa toma el cariz de abril: “April, macht was er will”, dicen aquí. Abril hace lo que quiere. Así que nos preparamos para un tiempo variado e inestable, aunque con el cambio climático nunca se sabe.

Oigo a Luqui berrear, así que es el momento de publicar. Lo dejo con este pareado.