Como el Titanic después de estar años parado, casi como si el enorme bicharraco cerrara sus heridas y ascendiera hasta la superficie asomando el morro entre espuma y estruendo, esto se mueve. Tal vez más tal vez menos, pero vamos, esto se mueve, que me estoy poniendo épico. Qué rápido me vengo arriba.
Ayer anuncié la cosa en Facebook, y anteriormente lo había comentado a la familia y a los amigos y a los patreones. Los patreones son aquellos que, desde hace un par de años, cuando necesité seguir haciendo esto pero en petite comitée (ojalá que se escriba así porque no lo voy a mirar), me apoyaron a pesar de los obstáculos. Y la cosa se mueve. Y eso mola mucho.
Un montón de comentarios ante los que he tenido que ponerme las pilas para responder, y además hacerlo con esa actitud de páginas matutinas, como cuando salgo de la sauna después del Aufguss y camino hasta la ducha de agua fría: sin pensarlo. Son momentos en los que no se trata de pensar; se trata de hacer. Si le damos una oportunidad al cerebro, nos dará excusas seductoras. No, ahora te pones debajo de la ducha y abres el grifo de agua fría. No, ahora no te piensas nada; ahora respondes los comentarios. Punto. Salto de párrafo.
Me encantaban las máquinas de escribir antiguas, en las que el carro saltaba literalmente. Empujabas el rodillo con la palanca en el costado y éste se desplazaba a la vez que giraba con un sonido particular. Ñieeeeeec. ¡Ding! Salto de carro.
Hoy he trastocado ligeramente mi rutina, pues en lugar de darme una ducha tras el desayuno, me he dado un señor baño. Porque me duele la espalda y, con el calorcito del agua tibia, la carne se relaja y los huesos se mueven en su interior con más facilidad. Cómo echo de menos la sauna. Me pregunto cuándo la volverán a abrir. Me veo sentado en pelotas sobre la toalla con la máscara puesta.
Ayer fui a terapia de nuevo. Hace un par de sesiones que hubo una agradable transición desde la agonía del pasado hacia la alegría del futuro. Esto es, pensar menos y dedicar menos tiempo al Big Crunch y a la puta madre que lo parió y más tiempo y atención a las maravillosas posibilidades que ofrece la vida. Una de las más seductoras: la posibilidad de ganarme la vida con un blog, o en su defecto haciendo cosas artísticas. Joder, eso me ilusiona mucho.
La terapeuta me preguntó qué cosas me encantaba hacer. Tenía una lista de cosas a confeccionar como tarea de la semana. Yo ya sabía qué cosas eran esas.
¿Qué cosas me encantan de vivir? Hagamos una lista improvisada:
Los ordenadores e Internet
Llevo delante de un ordenador desde que tengo uso de razón. Primero fue una videoconsola Atari, luego un ordenador Spectrum 48+. Gracias papá. Años más tarde llegó Internet y esto pasó a otra dimensión con la que, todavía muchos años después, sigo flipando. ¿Ordenadores conectados entre sí? What?!
Videojuegos
Como forma de evasión, o por lo que fuera, he jugado cantidades ingentes de videojuegos. El último al que le di con fuerza: Assetto Corsa, simulador de conducción en el que piloté más de mil horas, que se dice pronto.
Antes de eso, algunos títulos como “The secret of monkey island” encendieron mi corazón. Difícil mencionar unos pocos.
A día de hoy sigo los lanzamientos de videojuegos, aunque ya no juego, porque me fascina el estado de la técnica. Para mí “Red dead redemption 2” está a la altura artística de la Gioconda.
Música
Dicen que la música amansa a las fieras y es verdad. La música es una de las cosas que literalmente me ha ayudado a sobrevivir. Puedo estar moribundo pero si cojo la guitarra y me toco y canto algo de Leonard Cohen me revivo. Sinceramente no creo que hubiera sobrevivido sin música.
Deporte
Otra de las cosas sin las que no hubiera sobrevivido. Fútbol, baloncesto… lo que se tercie con amigos. Y sin amigos, correr. He corrido mucho en esta vida y, después de un parón de años porque dejé de sentir el contacto de los pies sobre el suelo, volví a empezar hace un mes y la estoy gozando. Por lo demás, en los últimos seis años y como parte de mi programa de recuperación o Uncrunching, calculo que he hecho unas 1.500 sesiones de yoga.
Comunicación
Escribir, dibujar, grabar podcasts… lo que sea que me permita contar historias y sentirme conectado. Sin “El Sentido de la Vida” seguramente tampoco lo habría contado. Esta mierda me da la vida. Gracias por estar ahí.
Seres humanos
Me fascinan los seres humanos. Mantengo una relación de amor y miedo con ellos. Miedo porque uno de vosotros una vez casi me mata. Amor porque todos somos humanos y, cuando más nos conozco, más nos amo.
Miscelánea
Son unas cuantas cosas las que me encantan de vivir. Me encantan las mujeres bellas y aquí es cuando edito tiro a borrar y me detengo y sonrío. Pero sí, la belleza femenina es una de esas cosas en las que concibo a Dios. Gracias Dios por las mujeres bellas.
Gracias por la belleza en general.
En cuanto a cosas que me atraen y que me hacen vibrar en el futuro, pues por ejemplo los cohetes de SpaceX y los coches eléctricos. Me encanta la tecnología revolucionaria y la gente soñadora con la suficiente tracción como para convertir los sueños en realidad, gente dispuesta a cambiar las cosas y a llevar a la humanidad al siguiente nivel.
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Vale, me quedan cien palabras. Luego responderé a los comentarios que me dejasteis ayer y haré algunos ajustes en el sitio.
Por cierto, un problema que estoy encontrando son los registros de usuarios spam. Esto es, cuando WordPress me dice que se ha registrado un nuevo usuario en el sitio pero es un usuario spam creado por un spammer. ¿Cómo puedo evitar eso? De momento es un problema lo suficientemente pequeño como para abordarlo manualmente, pero a medida que esto se mueva, algunas cosas van a rechinar y hará falta aceite, y más vale prevenir que curar.
Última línea “placeholder” para llegar a las mil palabras de hoy.
Hecho.
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