Seis y media… arriba. Sesión de uncrunching yoga. Desayuno en familia. Ducha. Salgo a comprar. Cojo el carrito. Lo empujo hasta el supermercado. Las puertas se abren.
Compro las verduras: Paprika, Zucchini, Salat, Mohren, Bananen…
—Oh, qué mujer más guapa —me digo.
¿Qué mujer más guapa? ¡Un momento!
¡No lleva mascarilla!
Un momento… ¡yo tampoco!
Saco la mascarilla del bolsillo y me la pongo entre avergonzado y presuroso.
Se ha levantado la veda de la obligación de mascarillas en interiores. Desde hoy, llevar mascarilla FFP2 en el supermercado es… opcional. Miro a mi alrededor.
No veo a nadie con ella. Soy el único. La llevaré todavía un poco más, hasta ver cómo evoluciona la cosa. ¿Para qué otra ídem?
Termino la compra. Haciendo balance veo que, aproximadamente, el 70-80% de la gente no llevaba la mascarilla puesta. Regreso a casa.
Me siento bastante bien, bastante mejor. ¿Bastante bien para qué? ¿Bastante mejor para qué? Cabría preguntarse. Para dejar de quejarme, tal vez. Hoy, en virtud de la… ¿cuántas sesiones de yoga llevo ya hechas?… las cosas han entrado un poco más en su sitio. Estuve contando sesiones de yoga hasta la dos mil, más o menos. Después dejé de hacerlo. Ahora simplemente practico yoga. Las estadísticas ya me dan igual.
Ayer aproveché las dos horas Luqui-frei (Luqui-free) que nos proporciona la abuela los martes por la tarde para grabar el tercer vídeo para Preply ofreciendo mis servicios como profesor de español. Los dos primeros me los tumbaron.
Cambié de escenario, me puse un suéter decente y me ajusté a los dos minutos y al guion que proporcionan. Grabé un total de 57 tomas. Casi nada. Acabé derrengado pero satisfecho.
Por la noche, después de cenar, con el Luqui durmiendo y con más calma, le enseñé el vídeo elegido a Daniela. Poco menos que me puso a caer de un burro.
Me abstengo de mencionar aquí el feedback que me dio para que me podáis dar el vuestro, por favor, libremente y sinceramente, más allá de condicionamientos previos. Sí que voy a decir algunas cosas que aprecio del vídeo por mi parte:
- Lo he grabado. Eso ya vale mucho. Muchos se quedan por el camino. Y yo entiendo por qué.
- He tomado el feedback previo y lo he incorporado a esta nueva versión.
- Lo he grabado en inglés, que tiene lo suyo, especialmente porque hace años, muchos, que no lo hablo.
- He grabado 57 tomas. Hace falta mucha moral para eso.
- Lo comparto aquí, y además para la crítica. Hace falta muchos huevos. Lo llamaremos valor.
Estoy indeciso acerca de si lo envío como está o si lo grabo de nuevo con el feedback que me ha dado Daniela, y el de mi hermana, y también con el vuestro. De entrada me parece que me voy a esperar a vuestra crítica para poder mejorarlo.
Ahí va el vídeo. Tened piedad. Yo veo algo así como:
“Hola, mi nombre es Javier y mi columna vertebral está absurda y dolorosamente retorcida, incluso después de más de dos mil sesiones de yoga y ocho años de terapias diversas, pero ahí voy con esto”.
Más allá de esto, decir que el proyecto Sincronización Podcast-Blog ya funciona, y creo que por fin consistentemente. Encontré un problema en el comando del cronjob.
Había escrito:
wget -q -O url
en lugar de:
wget -q -O - url
Si no ves la diferencia, es porque es muy pequeña. Sin embargo, para un ordenador es una gran diferencia.
Corregido esto, debería funcionar consistentemente. Lo único es que se publica el nuevo post con la fecha y la hora de la publicación del podcast, pero lo hace varias horas más tarde. Eso hace que pueda suceder como ayer, que publique el podcast y luego escriba el post y queden al revés y el podcast pase desapercibido, pero ¿qué más da?
Voy a corregir el enlace a la opción de editar el comentario como sugiere Vince, poniendo solamente “Editar”. Interesante cómo a veces, en especial para el programador/diseñador, el uso de la interfaz sea percibido de manera diferente a la del usuario al otro lado. Y no, Manuel, no se puede marcar el comentario como editado, al menos con este plugin. Habría que dedicar un tiempo de programación que ahora mismo no compensa.
Por cierto, espero que la industria alimentaria valga mucho más que Twitter, porque prefiero con creces comer antes que twittear.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.