Parece que, por fin, después de tres meses, empiezo a encontrar una media hora diaria, de manera consistente, para sentarme y escribir algo. Haría aquí algunos comentarios al respecto, pero sólo tenemos tiempo que aprovechar. Vamos allá.
Por cierto, hoy estaba en el dentista. Es la tercera vez en cosa de un mes. Un día de estos tendríamos que hablar de dentistas. Argh, odio ir al dentista.
El caso es que tenían que ponerme un empaste y la chica me ha explicado que el empaste lo tenía que pagar yo, que no lo cubre la Krankenkasse. Después de una semana con el dolor, me daba igual. Por el amor de Dios, haga lo que tenga que hacer para que eso esté bien.
—Vale, pero me tiene que firmar usted un papel que certifique que le he informado de los costes.
—De acuerdo.
—Vale, lo haremos después —dijo dando por zanjado el asunto—. No nos olvidemos.
—Ok, acordémonos entonces.
Ella asintió.
Esperamos a que la asistente preparara los cachivaches. Yo le aclaré:
—Te lo digo porque no-olvidarse y acordarse son procesos diferentes.
Ella asintó, pero me dio que no sabía de qué le estaba hablando ni de por qué le hacía esa distinción.
Pero… ¿qué le digo? ¿Que soy hipnotista y PNLero y que entiendo de estos matices de la mente y de por qué son importantes? Esas son algunas cosas raras que decir, aunque debería estar ya hecho a estas cosas a estas alturas. Pero mira, todavía estoy aprendiendo esto.
Me recosté en el asiento para hora y cuarto de tensión y horror denteril, que lo paso fatal en el dentista aunque estoy aprendiendo a pasarlo mejor y funciona. Cuando terminamos, le dije:
—Ahora es cuando tengo que firmar el papel ese de que se me ha informado de los costes.
Ella se giró hacia mí con cara de “Lahostiaputa ya se me había olvidado. ¡Muy buena!” señalándome con el dedo.
Y es que es así: no-olvidarse y acordarse son procesos diferentes. Como procesos diferentes, pueden empezar en el mismo lugar pero terminan en lugares diferentes dando lugar a experiencias diferentes. Yo sé de estas cosas. Ahora es cuestión de cómo le doy el valor apropiado.
En fin, dejando atrás estos prolegómenos de mentes y dentistas y seres humanos en general, vamos con el tema que nos ocupa hoy.
Cuando terminé el curso de orientación laboral, la profesora nos explicó que, a continuación, si estábamos interesados, podíamos obtener una especie de beca del INEM alemán para hacer un curso de formación. Lo escuché un poco de refilón, con poco interés.
Yo venía de tener un hijo y estaba para preparar biberones y cambiar pañales. Poner lavadoras, tender y recoger ropa. Cocinar y fregar. En fin, estas cosillas. Yo ya tenía un trabajo a tiempo completo, y algo así como asistir a otro curso se me hacía cosa de ciencia ficción. Por otra parte, tampoco me lo terminaba de creer. ¿Puedo hacer un curso y me lo paga el INEM alemán? Son caros. Seguramente se me ha pasado algo por alto o he entendido algo mal. Pero terminé y, unas semanas después, por pura curiosidad, me interesé por el asunto.
Me sigue atrayendo el tema de la programación, incluso después de esta primera experiencia como programador PHP en customer support. Una cosa es aprender a programar en una pequeña empresa con una presión descomunal, resolviendo tickets contra el reloj como si desactivara bombas, y otra tomarme un tiempo para aprender a programar siguiendo un curso y con, si no toda la tranquilidad del mundo, un entorno más benigno y proclive al aprendizaje.
Así que entré en la plataforma de formación del INEM alemán y me encontré con una oferta de decenas de miles de cursos, literalmente. Busqué algunas cosas que me interesaban, como WordPress, Python, Inteligencia Artificial, videojuegos, etc.
Me quedé con tres cursos especialmente interesantes. Uno, el de Python y Java, lo descarté ayer después de una revisión en detalle porque dura 58 semanas. Los otros dos duran entre cuatro y cuatro meses y medio, cinco días a la semana ocho horas diarias. Vamos, mucha tralla, especialmente en mis circunstancias. Pero lo he hablado con Daniela y dice que, si me interesa y es bueno para mí, que lo sacamos adelante. Así que llamé ayer al INEM alemán y me informé: sí, efectivamente, me pagan un curso. El que quiera. ¡Joder! ¡Gracias!
Así que estoy entre dos:
WordPress para editores web
Lo podemos traducir así. Va a través de WordPress, con sus peculiaridades y todo lo que se necesita para crear sitios web con este gestor de contenidos, y tiene una parte de programación en PHP. Puede estar muy interesante. Esto me llevaría a profundizar más en WordPress y la programación en PHP, naturalmente, y me pondría en muy buen lugar para dedicarme a hacer páginas web.
Python y el desarrollo de negocios digitales
Mi amado Python y lo que con él se puede hacer en vistas al futuro: el internet de las cosas (IoT), Inteligencia Artificial, y un montón de temas más, así como un montón de lo que entiendo que es teoría relacionada con la creación de negocios digitales y la llamada digitalización. También muy interesante, aunque tengo pendiente una llamada para que me aclaren si, en las dos terceras partes en las que no se habla específicamente de programación en Python en el temario, vamos a estar también programando.
Ese va a ser el punto decisivo: si hago este curso quiero estar programando, y mucho. Me interesa también la teoría, pero quiero estar programando, y mucho.
Despedida y cierre
Así que en estas estoy, un poco en entredicho pero con un dilema muy interesante y muy para disfrutar, que es como me gustan a mí los dilemas.
Del primer curso me atrae que me permitiría profundizar en el sistema WordPress y en la publicación en Internet y en PHP. Del segundo, me atrae mi querido Python y la cantidad de posibilidades que se abren para el futuro.
¿Qué os parecen los cursos? ¿Cuál haríais vosotros? ¿Por qué?
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