El Eneagrama y Borja Vilaseca

Me siento aquí un día más y doy las gracias por la oportunidad de escribir una nueva entrada y me pregunto: “¿Qué escribo hoy para seguir prosperando?”. Pues vamos a verlo enseguida.

De momento no he aprovechado ninguna de las novedades de la última actualización de WordPress. Hasta ahora no he encontrado ninguna de estas novedades en mi flujo normal de trabajo, pero es que esto es solamente un blog, así que…

Luqui lleva un par de días raros, de dormir poco y llorar mucho. ¿Es el calor? ¿Son estos cambios entre sol y lluvia?

Está haciendo unos días algo tropicales aquí últimamente: durante el día hace sol y, por la tarde, se ciernen gruesas nubes grises y cae una tormenta importante. Es algo llamativo y también hace que, al mirar la previsión del tiempo, aparezcan los diez próximos días lloviendo. Luego se trata de este patrón y se puede aprovechar buena parte del día, pero de entrada parece que vaya a estar diez días lloviendo de continuo a piñón.

Esta mañana, revisión y nueva acción de un sapo que liquidé ayer y que no se había muerto: la mudanza del cable e Internet.

—De eso sí que te ocupas rápido —dijo Daniela.

Pues claro; ¿qué voy a hacer sin mi blog?

Recuerdo una entrevista que me hicieron por la época en que gané el primer premio por votación popular del primer concurso de blogs organizado por el periódico 20 minutos. Me preguntaron:

—¿Sabrías vivir sin tu blog?

—Me gustaría pensar que sí —respondí.

Esa es otra forma de decir que no. Ahí estaba yo, haciendo complicadas las cosas por evitar enfrentarme a la dolorosa verdad. Tan complicadas como hiciera falta.

Y es que necesito mucha atención, esa es la verdad. Ahora tal vez menos, pero he necesitado mucha a lo largo de los últimos años. Buscaba a alguien, cada vez más desesperadamente, que pudiera ayudarme.

Hace un par de semanas llegué de alguna manera al podcast de Borja Vilaseca. ¿Le conocéis? Es un hombre que se dedica a dar conferencias acerca de desarrollo personal usando el Eneagrama.

El Eneagrama es una herramienta de auto-conocimiento basada en que hay nueve tipos diferentes de personalidad, de estructuras mentales, en función de cuál sea nuestra herida de nacimiento. Lo estoy poniendo en palabras de Borja. Para cada uno de estos tipos, se establece cuáles son sus talentos y defectos en función de si la persona está equilibrada o desequilibrada. En fin, el caso es que el hombre lo hace muy divertido.

A mí me ha servido para identificar mejor algunos de mis rasgos egoicos, aunque ya sabía que cojeo mucho de soberbia y de envidia. Yo lo sé todo, y ay de ti si me llevas la contraria, pues estoy en posesión de la verdad universal. Con el trabajo de los últimos años me he moderado mucho y he aprendido a apreciar la subjetividad de la experiencia humana, pero cuando tengo un mal rato puedo salir fácilmente por ahí. En cuanto a la envidia, también hago mucho de eso, especialmente en el área de la salud. He odiado a mucha gente por el mero hecho de estar bien y llevar vidas más o menos felices más o menos fácilmente. Joder, cuánto hubiera querido eso para mí. Afortunadamente, después del trabajo de los últimos años, también he moderado mucho este extremo y he aprendido a alegrarme de que a otros les vaya bien e incluso mejor que a mí.

En cuanto a la pregunta “¿Qué eneatipo soy?”, pues estoy algo dubitativo. Diría que el 9 por mi tendencia a evitar los conflictos, pero el 4 me clava mucho: drama king, melancólico, depresivo, incapaz de encontrar satisfacción en las pequeñas cosas cotidianas.

A veces me parece un poco cruel esto del Eneagrama, una manera ya digo, casi cruel, de reducir la infinitud de un ser humano a unos pocos rasgos, y también la manera en que los pone en perspectiva. Después de saber por todo lo que he pasado en los últimos años, me parece que tengo muy justificada la manera en que lo he vivido. Pero claro, doloroso tiene que ser, necesariamente.

Otra crítica que puedo hacer al Eneagrama es que define nueve números, pero teniendo que en cuenta que se trata de un juego de espejos, como el mismo Borja dice, ¿qué número es el que define a los demás? ¿El cero? Y si no lo es, ¿entonces no cambiarían los eneatipos en función del eneatipo de la persona que los defina?

Pero bueno, más allá de esto y tomándolo por la utilidad que tiene, reconozco que tiene al menos la utilidad de que crea un contexto en el que se puede hablar con naturalidad acerca de los rasgos egoicos de cada uno, de las maneras en que nos comportamos y los patrones que mostramos cuando estamos llenitos de dolor entumecido.

Por cierto, ayer leí que, en España, se suicidan diez personas al día. Al cabo del año, han muerto el doble de personas por suicidio que en accidentes de circulación. Y también me pregunto cuántos accidentes de circulación podrían definirse como suicidios o encuadrarse dentro o cerca de la categoría. Si alguna vez me decido a escribir el libro que mencionaba ayer, entenderéis mejor por qué pienso así.

¿Conocíais el Eneagrama? ¿Y a Borja Vilaseca? Os recomiendo sus podcasts (Spotify) o vídeos (YouTube). Son muy divertidos e interesantes y hacen un gran favor al auto-conocimiento.

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