Bien; si a Adrián le parece muy bien que la Real Academia de la Lengua Española mutilara la bella palabra “guión” quitándole la tilde en una reforma de 2010, entonces yo ya no tengo nada más que decir. Continuemos. Hoy tenemos vídeo.
De hecho, no me puedo aguantar.
Busqué acerca de si se escribe “guión” o “guion”. Encontré una referencia a la reforma de 2010, que a veces me pregunto a santo de qué vienen estas reformas, que si es que se aburren o de pronto se han dado cuenta de que guion es monosílabo y no hay que ponerle tilde. Me pregunto cómo ostenta uno un sillón de la RAE y se levanta un día y mira la palabra “guión” y dice “Hmmmm… un momento. Aquí hay algo raro. Voy a llamar a Mariano”. ¿Cómo funciona eso?
La referencia a la reforma venía a decir algo así:
“Si está usted buscando las cosas de ortografía, no están aquí. Por favor consulte este documento”.
Y un enlace a un documento técnico de chorrocientas páginas llenas de objeciones técnicas ortográficas. Flipé, la verdad. Me había imaginado estas cosas como… de otra manera.
Pero bueno, oiga, yo me adapto. Salvo a lo de escribir “solo” sin tilde, que lo encuentro demasiado soso. ¡Vamos a simplificar tanto el lenguaje escrito que al final podrá escribir cualquiera! Y ojalá que nos entendamos…
Pero vamos con el tema de hoy, que es el enésimo, en concreto el cuarto, vídeo de presentación para Preply que grabo.
Después de comer, Luqui se fue, me pongo un polo blanco de los domingos, pero de los domingos especiales, cojo la cámara nueva, consigo encontrar el botón de grabar vídeo, rezo para que los ajustes estén correctos, rezo para quedar dentro del cuadro y comienzo a grabar el clip.
El hombre que está haciendo la terraza del piso de arriba está dando martillazos. Ahora taladra. Toda la semana esperando a grabar el vídeo para esto. Ahora mi suegro cruza la ventana caminando por el jardín. Ahora mantiene una conversación en bávaro profundo y a grito pelado con el hombre en lo alto de la escalera. Me desespero.
Salgo. Explico lo que estoy haciendo. Regreso cerrando puertas.
Grabo y grabo. Rápidamente, como en la cuarta parte de tiempo que la vez anterior, llego a un cierto discurso estable. Hago unas tomas más y lo doy por bueno.
Conecto la cámara al ordenador. Busco en vano los ficheros de vídeo. Tranquilo, Javier; tienen que estar ahí.
Los encuentro en un archivo de un formato desconocido para mí. Ahí están: todos los vídeos que hemos grabado en los últimos dos años metidos en un único archivo. Consigo extraer el vídeo adecuado. ¿Cómo se recorta un vídeo en Quicktime? Así y así. Juego con las asitas hasta que doy con los puntos apropiados. Arriba, a YouTube.
Copio el enlace del vídeo. Lo subo a Preply. En cinco días laborales recibiré una contestación, ojalá que positiva.
Os adjunto el vídeo resultante. De nuevo daros las gracias por el feedback. ¿Qué os parece este?
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