Diez de enero

Me levanto media hora antes que el resto de la familia. Detrás del sillón, escondida, la bolsa con todo el material. Voy a la cocina. Comienzo los preparativos.

Como he dicho alguna vez, a lo largo de mi vida, y especialmente a lo largo de mi descenso a los infiernos del Big Crunch, mis cumpleaños fueron convirtiéndose, lenta e inexorablemente, en celebraciones de la angustia, del dolor y de la miseria de vivir. Me molestaba que la gente me felicitara. Eran días negros y sumamente deprimentes.

Saco el paquete con las guirnaldas.

Están chulas. Son de colores muy vivos y van cogidas por un hilo. ¿Dónde las cuelgo? Tal vez desde aquella esquina a este lado, justo encima del radiador.

Vienen muy juntas, compactas y pegadas entre sí. Las separo con cuidado, pero me acabo de levantar y no me veo y temo romper algo. Tomándome mi tiempo, consigo desplegar la guirnalda entera.

Algunos trozos se han roto y se han quedado pegados entre sí. En fin, lo importante es la intención, y estoy atravesando varias barreras cumpleañeras de una vez. Extiendo la guirnalda por encima de la cocina. Queda chula.

Tarjeta.

Saco la tarjeta del paquete. Debería haberla rellenado hace un par de días, pero es la primera vez que hago algo así y aprecio mi intención.

Elegí la más colorida, recargada y rococó, que a Daniela es lo que más le gusta. Esta es la que más mariposas llevaba.

Escribo una felicitación cariñosa y la guardo en el sobre. Hasta con sobre vienen. Hago como si fuera una carta, con su destinatario y su remitente. Hasta le dibujo un sello. Veo muy borroso, así que tengo que hacerlo más por intuición que por técnica.

Saco la bolsa de la bolsa.

Se trata de una bolsa de papel duro con motivos cumpleañeros. En su interior, un par de regalos simbólicos, que el gordo vendrá más adelante.

Termino los preparativos y me siento en el suelo de la cocina sobre el colchoncito de Luqui. Tal vez pueda meditar un rato.

Empieza la semana. Empieza, como aquel que dice, 2022.

Tengo algunas cosas más que escribir, pero acabo de recibir un encargo para ir al supermercado a comprar algunas cosas de última hora para las celebraciones de hoy, así que me tengo que marchar.

Mañana, en condiciones “normales”, más y mejor.

¿Alguien más cumple hoy? Como seguramente Manuel sabrá, en un grupo de unas 30 personas, la probabilidad de que dos de ellas cumplan el mismo día es del 100%.

Comentarios

2 respuestas a «Diez de enero»

  1. Avatar de Julia
    Julia

    Feliz Año Nuevo, Javier.

    Madre mía, me has hecho salir del lurkedom para venir a decir que si tienes un grupo aleatorio de 30 personas la probabilidad de que dos cualesquiera de ellas celebren su cumpleaños el mismo día NO es del 100%. 🙂
    Aquí puedes leer sobre ello https://en.wikipedia.org/wiki/Birthday_problem y si te interesa te animo a que escribas un pequeño programita en python para verlo empíricamente.

    PS: mi cumpleaños NO es hoy, un hecho que tiene una probabilidad de 364/365 (=99.7%) de ser cierto en cualquier día aleatorio en un año no bisiesto 😉

    1. Avatar de Manuel
      Manuel

      Justo iba a comentárselo, con 30 personas hay una probabilidad alrededor del 70% (0.706). De todas maneras yo conozco a una persona extra que cumple años contigo Javier 😉

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