Ahora. Me tomo un momento para escribir una columna y doy las gracias por este tiempo que puedo dedicar; doy las gracias por la atención de quien va a leer lo que voy a escribir y me pregunto: “¿Qué escribo para que sigamos prosperando?”. Gracias.
Más o menos así es el ritual que realizo antes de sentarme a escribir, dando las gracias por este tiempo y por vuestra atención y preguntándome… En fin, ya lo acabas de leer.
Pero vamos ya con la columna de hoy, aprovechando la siesta mañanera del Luqui.
Gracias por los comentarios que dejasteis en la anterior columna. Algunos los contesté en los comentarios; otros lo menciono aquí ahora.
Gracias por tu anécdota, Luis, y bienvenido. Aprecio tu tesón para mantenerte en pos de tu objetivo. Tranquilo, Ed, que las toallas en francés tienen lo suyo. Ambos podemos seguro aprender de Luis y de su perseverar hasta alcanzar el objetivo.
Me pregunto si me dejo algún comentario más por mencionar, pero Luqui acaba de rezongar y temo que esto se acabe de un momento a otro.
Preguntaba Ed, en cualquier caso, qué aspecto tiene el cacharro de inflar las ruedas en la gasolinera alemana. Aquí un ejemplo:
Habiendo terminado ya con esta parte, vamos con lo siguiente: nueva crisis del Uncrunching.
Este fin de semana la he vuelto a flipar, no tanto con dolor, que también, sino con sensaciones de devastación. Devastación, esa es la mejor manera en que lo puedo poner. Me he sentido como si hubiera caído una bomba en mi interior y hubiera arrasado con todo. Es lo que tiene esto de hacer una hipoteca de un acontecimiento traumático, que estoy pagando las cuentas todavía treinta años más tarde, sintiendo ahora lo que entonces no estaba preparado para sentir. Pero oye, la supervivencia por encima de todo, hay que tenerlo en cuenta. Soy un superviviente.
Así que ha sido un fin de semana muy difícil tanto para mí como para Daniela, especialmente el domingo, pero afortunadamente me lo pude tomar de bastante relax y dedicarme tiempo a estar conmigo mismo y arroparme. Hoy lunes parece que lo peor ya ha pasado y he alcanzado un nuevo nivel de bienestar, lo que es muy gratificante.
Decir que tuve la oportunidad de ver la película “Tenet”. Me gustó mucho. ¿La conocéis? ¿La habéis visto?
Es del mismo director que “Inception” y en la misma línea, aunque jugando exclusivamente con el tiempo esta vez. En el futuro han inventado una manera de revertir la entropía de las cosas y han iniciado contactos con el pasado y mucho más que eso.
Vi el trailer hace unos años y me quedé con ganas de verla. Pensé que no la vería jamás, pero unos amigos nos la han pasado en un USB stick y, tras conseguir enderezarla (por alguna razón estaba en vertical) y ponerle unos subtítulos (tenía el típico mal de voces-bajitas-tiros-y-explosiones-a-toda-leche), conseguí verla. Daniela dijo que pasaba, que era demasiada tensión y violencia para ese momento de relax de después de cenar. Y lo entiendo. Pero es que a mí, como buen traumatizado, me encantan las películas de viajes en el tiempo. Y si encima son complicadas, pues más me tengo que meter en la trama y más me olvido del dolor.
La película me ha gustado mucho. Comentaría aquí algunos pasajes, pero temo haceros spoiler. Si dejáis algo en los comentarios, haced un [spoiler alert] por respeto a vuestros compañeros.
Encontré un anuncio en las hojas de trabajo del periódico esta semana, por gentileza de mis suegros (gracias), y envié una solicitud para un mini-job para el cuidado de la flota de vehículos de un grupo de medios de Augsburgo. Tienen un montón de coches y hay que hacer pequeñas reparaciones, llevarlos al taller, ponerles gasolina, etc. A mí me gustan los coches y me gusta conducir. Busco un trabajo a media jornada. One-click-Bewerbung. Bang. Enviado curriculum. Tengo poca esperanza, pero… ¿quién sabe?
Y he visto que en el supermercado de bebidas al que voy a comprar están buscando un trabajador amistoso y confiable, así que me lo estoy pensando. El miércoles, cuando vaya a hacer la compra, me pasaré a enterarme. Dudo que sea a media jornada, pero, hasta que me entere, no lo sabré. Me parece un poco deprimente pasar el día metido entre botellerío de alcohol, pero me pilla cerca de casa y la gente allí parece amable, así que puede tener lo suyo.
¿Qué tal vuestro fin de semana (largo, que el viernes no publiqué)?
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