Cartas a los padres: Pañales y baños

Normalmente no escribo los sábados, pero hoy necesito un poco de distracción extra. Daniela se ha ido con Lucas a dar un paseo y, para seguir poniéndonos al día con los manuales de uso de bebesitos, vamos a dedicar un rato de este precioso tiempo, como padres responsables y voluntariosos que somos, para seguir avanzando. Hoy tocan pañales y baños. Vamos allá.

Mes 1: Pañales y baños

El cuidado de bebesitos no es algo con lo que se nace, sino que se aprende y se practica. Aunque esto es válido para padres y madres, estas dos actividades en particular son momentos especialmente apropiados para que los padres estrechen lazos con sus retoños, incluso más allá de la vigilancia crítica y preocupada de las madres. Es una oportunidad para permitir que el bebé le muestre cómo le gustan estas cosas, tal vez ceremoniosamente, tal vez más bien rapidito.

Aviso de salud y bienestar: Cuando el bebesito está sobre la cómoda del cambio de pañales, permanezca en todo momento a su lado. Su bebesito se va desarrollando y con este desarrollo viene la agilidad. Para que el bebé se mantenga sano y feliz, asegúrese de que permanece todo el tiempo sobre la cómoda en lugar de caer estrepitosamente al suelo.

Ahora, los pañales pueden ser de tela o de plástico. Elija el que más le convenga. Los de tela son más baratos aunque conllevan más trabajo. Los de plástico hacen mucha más basura. Tenga en cuenta que un bebesito que a lo largo de dos años use una media de diez pañales diarios, habrá generado unos 7.000 pañales durante este tiempo. Estas cifras son impresionantes.

Para el baño, evite de entrada las sales y los champús. Si el culete está malherido por el fragor de la metralla de color mostaza, un poco de agua caliente y leche materna tendrá un efecto curativo. Lo mismo sirve para heridas en otros lugares.

La mayor parte de los bebés se sienten muy a gusto en el agua, pues es en este elemento donde pasaron los nueve meses anteriores. Así, una vez se haya caído el resto del cordón umbilical, el bebé está listo para el baño. Una o dos veces por semana son bastantes, pero, si lo disfrutan especialmente, pueden hacerlo más a menudo. Esto vale para cualquier otra cosa en la vida.

Aquí me parece entender que se puede uno meter en la bañera con el bebesito, aunque nosotros tenemos una especie de cubo de bañar bebesitos. Interesante lo de la bañera. Consultaré con Intendencia.

El baño puede durar tanto como el bebesito lo disfrute. Ahora, tenga en cuenta que bebés cansados o hambrientos son poco proclives a disfrutar de la experiencia. De la misma manera, tras mamar es conveniente esperar una media hora antes del chapuzón.

Durante el cambio de pañales, es recomendable utilizar una lámpara de radiación o una fuente de calor para que el bebesito se mantenga a su temperatura ideal, alrededor de los 37 grados. En temperaturas externas frías, o también durante la noche en habitaciones frías, conviene que el bebesito duerma con gorro (nota del escritor: nosotros no le ponemos gorro para dormir para evitar que se le pueda escurrir sobre la nariz y boca durante la noche. Queremos un bebé vivo).


Bien, con esto hemos liquidado la página de hoy de las Cartas a los padres (Elternbriefe). El lunes volveremos a la carga con un nuevo y peliagudo capítulo que nos confronta con una estremecedora realidad: el bebé llora.

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